7 cosas que debes pensar antes de cambiar de trabajo

30 de diciembre | 2024

Introducción

Cambiar de trabajo es una de las decisiones más importantes que podemos tomar en nuestra vida profesional. Nuevas oportunidades, un mejor salario o un ambiente laboral diferente pueden resultar excitantes, pero el cambio también implica riesgos. Según estudios recientes, más del 50% de quienes cambiaron de empleo se arrepienten dentro de los primeros 6 meses, bien porque no investigaron lo suficiente o porque no pensaron bien su decisión.

Encuentra en este post 7 puntos clave que debes considerar antes de un cambio de empleo. No se trata sólo de ganar más dinero sino de encontrar un sitio donde puedas desarrollarte profesionalmente y mantener un buen equilibrio con tu vida personal. Reflexiona sobre tus razones, evalúa el impacto en tu carrera y no tomes la decisión a la ligera. Puede ser la diferencia entre dar un gran paso en tu carrera o cometer un error difícil de revertir

Repasa estos 7 puntos y decide si cambiar de empleo es el paso correcto para tu futuro laboral.

Índice de contenidos:

  1. 1) Razón principal para el cambio
  2. 2) Impacto en tu carrera a largo plazo
  3. 3) Estabilidad económica
  4. 4) Cultura de la nueva empresa
  5. 5) Posibilidades de crecimiento
  6. 6) Ubicación y estilo de vida
  7. 7) Impacto en tu red profesional
  8. 2 ejemplos o casos prácticos
 

1) Razón principal para el cambio

El primer paso es identificar las razones por las que deseas cambiar de trabajo. ¿Estás huyendo de un jefe difícil, de largas jornadas o de un salario insuficiente? ¿O quizás estás buscando algo que te resule un reto, que se alinee con tus pasiones o un empleo que te dé mayor flexibilidad?  Es crucial distinguir entre problemas temporales que podrían solucionarse en tu empleo actual y razones de peso que pueden justificar este importante cambio. 

Si estás frustrado con tu trabajo, pregúntate: ¿persistirá este sentimiento al cambiar de empleo o es algo que puedo gestionar donde estoy? Si reflexionas sobre tus motivaciones, evitarás tomar decisiones impulsivas de las que puedas arrepentirte más adelante.

 

2) Impacto en tu carrera a largo plazo

Antes de aceptar una nueva oferta, evalúa cómo ese puesto encaja con tus metas profesionales. ¿El nuevo trabajo te permitirá crecer en la dirección que deseas? Por ejemplo, si aspiras a un papel de liderazgo, ¿te acerca la nueva posición a ese objetivo? Piensa también en cómo esta decisión puede influir en tu currículoSi cambias de empleo con demasiada frecuencia, los reclutadores futuros podrían cuestionar tu estabilidad laboral. Por eso, analiza si este cambio es un paso hacia adelante en tu carrera o sólo es una solución a corto plazo.

 

3) Estabilidad económica

Una buena oferta económica es uno de los factores más importantes cuando se piensa en un cambio de empleo. ¿El salario y los beneficios del nuevo puesto cumplen con tus expectativas y necesidades? Más allá del sueldo, analiza el paquete completo: bonificaciones, seguro médico, días de vacaciones y otros incentivosTambién es prudente tener un plan financiero en caso de que las cosas no salgan tal y como te las esperas. Pregúntate si cuentas con un colchón económico que te permita enfrentarte a cualquier imprevisto, como un período de prueba complicado o incluso la pérdida del nuevo empleo.

 

4) Cultura de la nueva empresa

La cultura organizacional es un aspecto que muchas personas a menudo pasan por alto pero tiene un impacto muy significativo en tu satisfacción diaria. Antes de aceptar una oferta, investiga cómo es la cultura de la empresa: ¿valoran el equilibrio entre vida personal y laboral? ¿Se fomenta el aprendizaje continuo? ¿Cómo es el ambiente entre colegas? Si hablas con empleados actuales o lees reseñas en plataformas como Glassdoor, podrás obtener pistas sobre si te sentirás o no cómodo en el nuevo entorno. Recuerda que un salario atractivo no compensa una cultura laboral tóxica.


 

5) Posibilidades de crecimiento

Un cambio de trabajo debería abrirte puertas, no cerrarlas. Asegúrate de que la nueva empresa te ofrece oportunidades de desarrollo profesional. Aquí se incluye todo tipo de capacitaciones, programas de mentoría, promociones internas o nuevos retos que te permitan aprender. Si el nuevo puesto tiene un techo bajo para tu crecimiento, podrías sentirte estancado en poco tiempo. Antes de aceptar, pregunta a la empresa sobre las políticas de ascensos y cómo se promueve el desarrollo de los empleados.

 

6) Ubicación y estilo de vida

Un cambio de trabajo puede impactar significativamente en tu estilo de vida. ¿La ubicación de la nueva oficina requiere desplazamientos más largos? ¿Tendrás que mudarte a una nueva ciudad o incluso a otro país? Evalúa cómo afectará esto a tu tiempo libre, tus gastos diarios y tu calidad de vida. Por otro lado, si el nuevo trabajo es a distancia o remoto, considera si tienes la disciplina y el espacio adecuado para trabajar desde casaLa comodidad y el equilibrio son factores clave para mantener una buena salud física y mental.

 

7) Impacto en tu red profesional

Cuando cambias de trabajo, también cambias de entorno y red de contactos. Evalúa cómo este cambio afectará tu red profesional actual y si el nuevo empleo te ofrecerá la oportunidad de ampliarla. Una red sólida es fundamental para avanzar en tu carrera, así que considera si el nuevo puesto te permitirá conectar con personas clave en tu industria. Si la respuesta es no, podrías estar sacrificando una parte importante de tu desarrollo profesional.

 

2 ejemplos o casos prácticos

Para ilustrar estos puntos, consideremos 2 escenarios comunes:

Marta, la profesional apurada: Marta dejó su trabajo en una empresa tecnológica porque su jefe no valoraba sus ideas. Sin investigar ni reflexionar mucho, aceptó la primera oferta que recibió pero la falta de organización en su nuevo empleo y el desorden operativo le hicieron echar de menos su puesto anterior. Con el tiempo, se dio cuenta de que el problema con su jefe podría haberse resuelto con una conversación honesta.

Rafael, el estratega: Rafael quería un cambio porque sentía que había llegado a un punto muerto en su carrera. Antes de aceptar una oferta, investigó a fondo la nueva empresa, habló con empleados actuales y preguntó sobre las oportunidades de crecimiento. Hoy, Rafael trabaja en una posición desafiante que lo acerca a su objetivo de convertirse en gerente de área.

Ambos casos muestran cómo una buena reflexión previa puede marcar una gran diferencia.

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