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16 de noviembre | 2022
Trabajar para la administración pública siempre ha sido una opción más que interesante a la hora de encontrar empleo. Hay numerosas ventajas de convertirse en funcionario: estabilidad laboral, flexibilidad horaria o salarios justos y acordes a tus estudios. Para poder acceder a esos puestos de funcionario tendrás que superar un proceso de selección, lo que todos conocemos como oposición.
Te explicamos cómo preparar una oposición y cuáles son las ventajas y desventajas de hacerlo por tu cuenta o en una academia especializada. Aquí también encontrarás 9 claves para superar una oposición con éxito que hemos seleccionado para ti.
En este artículo te mostramos cómo estudiar una oposición con eficacia y planificación a la vez que te presentamos las diferentes pruebas o fases de las que puede constar una oposición. Este puede ser el primer paso para conseguir ese trabajo estable que andas buscando.
La oposición es un proceso de selección que se realiza para conseguir un puesto de trabajo en la Administración Pública, es decir, como funcionario. En todo servicio público es imprescindible cumplir unos requisitos y pruebas que permiten determinar la competencia, capacidad, méritos o antigüedad que posee esa persona.
Si decides ser empleado público vas a tener que superar varias fases antes de lograr tu cometido. La primera es la prueba de carácter eliminatorio, para la cual te daremos más adelante unas recomendaciones. En función de la puntuación que obtengas, tendrás mayor o menor ventaja sobre el resto de los aspirantes.
Debes estar atento de la oferta de empleo público que informa el Boletín Oficial del Estado (BOE), o de los diarios oficiales existentes en las comunidades autónomas. Le sigue la publicación de los órganos públicos, que notifican según las plazas requeridas junto a las bases, plazos de inscripciones y normativas de la oposición / concurso.
Recuerda que las pruebas se realizan según la categoría escogida. Por ejemplo, las áreas para las cuales se hace convocatoria son:
• Educación.
• Sanidad.
• Cuerpos de seguridad.
• Administración.
• Servicios sociales.
• Hacienda y Seguridad Social.
• Administración de justicia.
• Informática.
• Aeropuertos.
• Correos.
• Relaciones internacionales.
Si quieres ser funcionario tienes dos alternativas para prepararte a la oposición: Estudiar por tu cuenta o utilizar una academia profesional que te guíe en el dilatado camino hasta conseguir el puesto. Veamos cuáles son las ventajas y desventajas de cada opción.
• Estudiar por tu cuenta
La gran ventaja es que tú mismo definirás los tiempos y la manera de conjugarlos con la rutina de vida que llevas. Actualmente se ha visto un incremento de opositores que van por libre, ya sea porque llevan más de un año opositando y se conocen todos los procedimientos o temario que les interesa, porque ya tuvieron un contacto con una academia o profesional que los orientó sobre cómo hacerlo, o simplemente porque decidieron ahorrar el dinero que les costaría una formación profesional.
La desventaja es que el esfuerzo que demanda estudiar en solitario es mayor, pues necesitas tener una disciplina tal para cumplir los horarios que estipulas, el estudio de temas o la investigación que conlleva. Además, tienes que estar pendiente de la actualización del material de estudio, el reforzamiento de habilidades o competencias o de estar pendiente de los boletines oficiales.
• Estudiar con una academia o profesional
La ventaja de formarte con expertos en la materia es que tendrás acceso al temario actualizado, estudiarás lo verdaderamente necesario, no tendrás que preocuparte por la sistematización de los contenidos o su planificación, contarás con una rutina de estudio con la disposición de profesionales que aclaren tus dudas, realizarás simulacros de exámenes, recibirás asesorías personalizadas y, en muchos casos, hasta acompañamiento psicológico.
Un punto importante es que el preparador te formará en ejercicios puntuales según la categoría, lo cual reseña, entre otras cosas, el diario El País en un artículo donde entrevistan a la antigua opositora, Inés Bra, en cuanto a cómo es el proceso de oposición y ciertas claves.
Hasta ahora todo parece de maravilla, pero ¿cuál es la desventaja? El coste. La experiencia en el área más el conocimiento de los profesionales tiene un valor mensual, y tomando en consideración que estudiar puede llevarte incluso un año entero, tendrás que ahorrar bastante para tomar esta vía.
1. Ubícate sobre cuál oposición escogerás: No puedes empezar a estudiar si no tienes claro qué oposición escoger, las plazas que se ofertan en esa categoría, las profesiones disponibles, la fecha de convocatoria, las pruebas, el temario, los documentos y demás requisitos para opositar.
2. Consigue el temario: Necesitas estudiar un contenido con base en el programa oficial que reseña la convocatoria, que además debe estar actualizado según la normativa vigente y ha de ser completo, para que tu nivel de preparación sea de excelencia. Así podrás prepararte en potenciales preguntas, hacer simulacros de exámenes o practicar pruebas.
3. Planifícate: Aunque es algo obvio debes hacerte las preguntas “¿cómo es mi situación actual, de cuánto tiempo libre dispongo, cómo estructurar un horario para organizar mis obligaciones, a qué hora podría sentarme a estudiar?”. Una vez que analices esto serás capaz de elaborar un plan de estudio que vaya en consonancia con tu rutina, que incluso te deje momentos de ocio, porque desde ya te decimos que es imprescindible el descanso/distracción para lograr concentrarte.
4. Estudia en un ambiente adecuado: Las distracciones cuando estudiamos nos restan concentración y tiempo. Por tanto, es preciso que te ubiques en un lugar donde puedas alejarte de todo aquello que robe tu atención: coloca el móvil en silencio, desactiva las notificaciones sin importancia del smartphone u ordenador, apaga el televisor, por ejemplo, o, si tienes hijos pequeños, organiza quien los cuide en ese momento, mantén a las mascotas fuera de ese espacio. También es necesario que este lugar de estudios tenga las condiciones de iluminación, temperatura y mobiliario cómodo para que te sientas a gusto.
5. Que el tiempo de estudio vaya incrementándose paulatinamente: Nos referimos a un horario escalonado para estudiar, es decir, que empieces con pocas horas y luego vayas añadiendo tiempo. ¿Por qué? Pues porque al principio necesitas conectar con ese estudio, ubicar las guías, centrarte hasta que poco a poco tu motivación y el mismo deseo de saber más crezcan. El portal Psicología y Mente explica que si intentas abarcar todo desde el primer momento podrías cansarte, desmotivarte y llegar a perder la meta por creer que no lo lograrás. Recuerda que son varios meses de formación, trabajo arduo y mucha disciplina.
6. Usa técnicas de estudio para internalizar más rápido los conocimientos: Los métodos de estudio son garantizados por expertos, así que ¿por qué no usarlos? Decántate por resúmenes, la técnica del subrayado, mapas conceptuales, esquemas y toda aquella estrategia que te permita comprender e internalizar mejor el tema. No se trata de memorizar todo pues entre tanto contenido sería imposible, sino de que realmente desarrolles un aprendizaje y captación.
7. No te olvides de tener tiempo libre: Como mencionamos, es fundamental contar con un tiempo de descanso y ocio para que desconectes, que tu mente se distraiga en otras cosas. De esa forma podrás recuperar la concentración cuando te sientes nuevamente a estudiar y no estarás fatigado para concentrarte. El cansancio mental es inclusive más difícil de superar que el físico; así que dale un respiro a tu cerebro.
8. Repasa lo aprendido: No se trata de repasar todos los temas estudiados sino de las claves o puntos relevantes, a fin de que no los olvides y puedas establecer relaciones precisas con las nuevas temáticas a abordar. Esto también sirve para reforzar áreas sobre las cuales no tienes mucha seguridad o dominio.
9. Duerme y come adecuadamente: Contar con salud física y mental es imprescindible para que sigas estudiando, puedas concentrarte y cumplas los objetivos establecidos. ¿Cómo lo logras? Durmiendo al menos 6 horas seguidas para que el cerebro pueda recargar energía; llevando una dieta saludable donde consumas proteínas, vegetales, hortalizas, frutas y snacks sanos. También podemos mencionar el hacer ejercicio como estrategia para activar el bienestar corporal.
El proceso para optar a un empleo público conlleva varias pruebas de acuerdo a la categoría o grupo que deseas. Mencionamos 5 tipos de exámenes:
• Preguntas de desarrollo: son las más fáciles porque se trata de preguntas abiertas. Por ejemplo, pueden darte tres temas para desarrollar de los cuales deberás escoger dos.
• Test: Conformado por un rango de 50 a 125 preguntas, cada una con 4 alternativas de respuestas, tienes como máximo 2 horas para responder y necesitas al menos la mitad de la puntuación (5 de 10) para pasar al siguiente nivel.
• Entrevistas personales: Durante la selección las entrevistas son un examen determinante, ya que evalúan el perfil, los rasgos psicológicos, actitud e indagan para conocer más a fondo al aspirante.
• Prueba de idiomas: Sirve para aumentar tu puntuación. Consta de una parte escrita, donde deberás traducir sin diccionario, y otra oral donde se sostiene una conversación fluida en el idioma indicado.
• Pruebas físicas: Se realizan especialmente cuando las oposiciones son para cuerpos de seguridad, por ejemplo policías. Se requiere pasar una serie de pruebas de resistencia, agilidad, fuerza y velocidad.