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11 de julio | 2025
Muchos padres y madres desean que sus hijos aprendan inglés desde temprana edad pero no siempre saben por dónde empezar o cómo hacerlo de forma eficaz. Si se introduce el idioma sin presionar demasiado, puede ser una experiencia divertida, natural y muy beneficiosa para el desarrollo de los niños, ya que, a su edad, el cerebro es más flexible y receptivo, especialmente si se les expone al nuevo idioma a través de actividades cotidianas, juegos o situaciones divertidas.
Encuentra en este post 7 útiles y sencillos consejos para que tus hijos o alumnos aprendan inglés sin estrés y con mucha motivación. En un mundo cada vez más conectado, esta lengua se ha convertido en una importante herramienta de comunicación, además de una puerta abierta a la educación o el entretenimiento, es decir, a mayores oportunidades laborales en el futuro.
Sigue leyendo y descubre cómo hacer del inglés una experiencia positiva para tus hijos desde el primer momento.
El aprendizaje del inglés desde una temprana edad ofrece múltiples beneficios más allá de hablar un segundo idioma. Esta son 5 de las ventajas más importantes:
1) Desarrollo cognitivo: los niños que aprenden más de un idioma tienden a desarrollar mejor su memoria, concentración y capacidad de resolución de problemas. Usar diferentes lenguas ayuda al cerebro a mantenerse activo y flexible.
2) Mayor facilidad para aprender idiomas en el futuro: cuando los niños se familiarizan con otro idioma desde pequeños, su oído se acostumbra a distintos sonidos y estructuras, lo que facilita el aprendizaje de otros idiomas más adelante.
3) Confianza y autoestima: poder comunicarse en otro idioma les da seguridad a los niños. Se sienten más capaces y abiertos a conocer nuevas culturas y personas.
4) Acceso a contenido educativo y de entretenimiento: muchos recursos están disponibles en inglés: dibujos animados, libros, canciones y aplicaciones. Cuanto antes puedan disfrutarlos, más se enriquecerá su aprendizaje.
5) Ventajas futuras: dominar el inglés puede abrir puertas en el ámbito académico y profesional. Cuanto antes se empiece, más natural será el proceso y mejor será el nivel alcanzado en la adolescencia o edad adulta.
Anímate a probar alguna de estas 7 recomendaciones desde hoy mismo. Recuerda que cada pequeño paso cuenta y que el aprendizaje de un idioma es un viaje que se disfruta mejor en compañía:
2) Crea rutinas en casa usando palabras en inglés
Puedes incorporar frases en inglés en las rutinas diarias, como al vestirse, comer o jugar. Por ejemplo: 'Let's put on your shoes' o 'Time to brush your teeth'. Al repetirlas diariamente, los niños las aprenden como parte natural de su día a día. No es necesario hablar sólo en inglés, basta con usar pequeñas frases o palabras sueltas. Con el tiempo, los niños las entenderán e incluso las dirán por iniciativa propia.
3) Usa libros ilustrados
Los cuentos con ilustraciones ayudan a los niños a entender el significado aunque no conozcan todas las palabras. Puedes leerles cuentos cortos y señalar las imágenes mientras nombras objetos o acciones. Libros como 'Brown Bear, Brown Bear, What Do You See?' o 'Goodnight Moon' son buenos ejemplos. Puedes leer un párrafo en inglés y luego repetirlo en español si es necesario. Lo importante es que el niño disfrute del momento y asocie el inglés con algo positivo.
4) Juega con ellos en el idioma
El juego es la forma más natural de aprendizaje para los niños. Puedes jugar con bloques, peluches o sencillos juegos de mesa y hablar en inglés durante la actividad. Por ejemplo, si están armando una torre: 'Let's make a big tower!' o 'What color is this block?' También hay aplicaciones y juegos interactivos en inglés que están diseñados para el aprendizaje infantil, como ABCmouse, Lingokids o Endless Alphabet.
5) Exponlos al idioma todos los días, aunque sea poco tiempo
La clave está en la constancia. Aunque solo sean 10 o 15 minutos al día, la exposición regular al idioma tiene un gran impacto. Puedes establecer una pequeña 'hora del inglés' diaria, donde canten una canción, vean un dibujo animado o escuchen un cuento. No se trata de obligar ni de convertirlo en una clase sino de crear un momento esperado y divertido. Poco a poco, el inglés se volverá familiar y parte de su entorno.
6) No corrijas demasiado ni exijas perfección
Es normal que los niños cometan errores al aprender un nuevo idioma. No te preocupes si mezclan palabras en español e inglés o si pronuncian algo mal. Lo importante es animarlos a seguir intentando. Corregir con suavidad y elogiar sus avances refuerza su confianza. Por ejemplo, si dicen "the dog is runned", puedes responder "Yes, the dog is running! Very good!" y así modelas la forma correcta sin hacer que se sientan mal.
7) Aprende con ellos si no sabes inglés
Si no dominas el inglés, no pasa nada. Puedes aprender junto a tu hijo o hija. Ver vídeos, escuchar canciones o leer cuentos juntos fortalece el vínculo y muestra que aprender puede ser divertido a cualquier edad. Hay muchos recursos gratuitos disponibles, como aplicaciones, vídeos o sitios web educativos. Aprender juntos puede ser una experiencia enriquecedora para ambos y aumentará su motivación.
A veces, con las mejores intenciones, podemos cometer errores que dificultan el proceso de aprendizaje del inglés en los niños. Al evitarlos, podrás crear un ambiente positivo donde el niño se sienta libre de explorar, equivocarse y aprender sin miedo. Aquí te dejamos 4 de los más habituales para que los tengas en cuenta:
1) Impaciencia: esperar resultados rápidos puede generar frustración. Aprender un idioma lleva tiempo, especialmente en los primeros años. La paciencia es clave.
2) Compararlos con otros niños: cada niño tiene su propio ritmo de aprendizaje. Compararlos puede afectar su autoestima. En lugar de eso, celebra sus pequeños logros.
3) Traducir todo al español: es importante dejar que los niños adivinen el significado por el contexto, especialmente si usan imágenes o situaciones reales. Traducir todo el tiempo puede dificultar que piensen directamente en inglés.
4) Presionarlos para hablar: algunos niños escuchan durante mucho tiempo antes de empezar a hablar. No los obligues. La exposición constante y un ambiente relajado los motivará a expresarse cuando se sientan preparados.