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30 de enero | 2023
No todas las personas somos iguales ni a todos se nos pueden aplicar los mismos métodos de enseñanza. El concepto de educación especial se aplica a aquellos casos en los que hace falta adaptar la enseñanza a unas necesidades educativas especiales (también conocidas como NEE) como pueden ser problemas de personalidad, dificultades de comunicación o altas capacidades intelectuales.
Este tipo de enseñanza se puede dar en cualquier etapa educativa y exige docentes preparados para trabajar con este tipo de alumnos. Si te dedicas a ello o piensas hacerlo en el futuro, te desarrollamos en este post 9 competencias básicas que debería tener un docente de educación especial. Además, te dejamos unos ejemplos de cómo deben ser las actividades para niños en educación especial.
Sigue leyendo y haz que tus hijos o alumnos reciban la educación adecuada de acuerdo a sus potencialidades, ritmos o necesidades.
La educación especial es el tipo de formación que se ofrece para estudiantes en cualquier etapa, a los que se les detecta necesidades educativas especiales (NEE). Algunas de las causas que la motivan en niños y jóvenes son:
• Trastornos de la motricidad
• Discapacidad Intelectual.
• Problemas conductuales y de personalidad.
• Dificultades para la comunicación.
• Altas capacidades intelectuales.
Pues bien, el profesor debe contar con las aptitudes y la preparación para tratar todas estas barreras, asegurando que sus alumnos adquirirán los conocimientos académicos. Solo así podrá evaluarlos, diseñar el currículo más eficaz para ellos y efectuar su seguimiento y registro evolutivo. Asimismo, trabajar con las familias, otros docentes y tutores para brindarles asesoría.
En el repositorio de la Universidad de Antioquia podrás consultar un artículo muy completo sobre la formación de los profesores en Educación Especial, que también fue publicado por la Revista Colombiana de Educación en el que se habla sobre las variables que determinan la inclusión educativa y el papel del docente para las transformaciones sociales.
Hay ciertos conocimientos, estrategias, competencias y técnicas que un docente de educación especial debe saber para poder cumplir de manera eficiente con su rol en la sociedad. Para ello, vamos a establecer las nueve características básicas de su perfil profesional de modo que pueda servir como una verdadera ayuda para este tipo de alumnos con necesidades educativas especiales.
1. Un buen docente de educación especial debe brindar las respuestas escolares pertinentes, en las diferentes etapas. Las necesidades de un pequeño cursante de educación infantil jamás serán las mismas que las de uno que vaya en quinto de primaria. Su función es desarrollar las capacidades del estudiante a su máxima expresión.
2. Uno de los principales intereses debe ser promover cambios que ayuden a ofrecerles mejores oportunidades para el aprendizaje. De esta manera, se puede contribuir en facilitar la inclusión en el entorno educativo y social.
3. Dentro de las competencias más requeridas se encuentran los conocimientos integrales sobre niños y niñas en edad escolar. En otras palabras, la pedagogía que debe implementarse en cada nivel.
4. Al mismo tiempo, debe conocer sobre las metodologías para la atención en el marco de la diversidad y la intervención neuropsicológica de infantes. Muchas las ramas de la educación especial y cada caso es distinto.
5. Por otro lado, un profesor especializado en Necesidades Especificas de Apoyo Educativo (NEAE) tiene que contar con habilidades que le permitan adaptar el currículo al caso. Solo así se asegura que se trabaje en superar las barreras de participación de cada niño, tomando en cuenta si son de tipo física, mental, social o emocional.
6. Es indispensable que en esta área los maestros puedan manejar efectivamente ámbitos como la inteligencia emocional, para cultivarla en ellos y en sus estudiantes, así como la expresión oral positiva, para aplicarla en el trabajo en equipo y la resolución de problemas.
7. El aprendizaje permanente está presente en cada día de educación especial y el docente debe estar preparado para ello. Habrá jornadas en las que el pequeño no mostrará avances, y es allí donde se tendrá que modificar el abordaje.
8. Igualmente, un padre siente tranquilidad cuando un docente es capaz de demostrar una escucha activa y responsabilidad. Les da una visión de los resultados que se podrían obtener con la educación de su hijo.
9. En cuanto a los rasgos de personalidad, deben ser pacientes, asertivos, empáticos y simpáticos. Con un alta motivación, tolerancia al estrés y gran autocontrol.
La Universidad de La Sabana presentó una investigación pedagógica titulada: Actitudes de los docentes frente a la inclusión de estudiantes con Necesidades Educativas Especiales. Se abordan aquí los factores que influyen en la inserción de esta población estudiantil. Asimismo, describe los componentes cognoscitivo, afectivo y conductual de la actitud.
Existen muchas prácticas, actividades y ejercicios que se pueden aplicar a los niños con NEE. Aquí dejamos diez recomendaciones para aplicar en clases. Por supuesto, estas varían de acuerdo a las necesidades particulares que se detecten.
1. La repetición de tareas para ayudarles a recordar cómo se hacen, para qué sirven y motivarles al establecimiento de rutinas.
2. El uso de material didáctico para estimular todos los sentidos, que vaya acorde a los intereses que el niño tenga, o de lo contrario no funcionará con éxito.
3. Dirigir varias tareas al aprendizaje de un mismo contenido, poniendo en práctica dinámicas distintas.
4. No trabajar por tiempos muy prolongados, se debe ir de menos a más en este sentido o el pequeño podría mostrar resistencia. La paciencia ayudará a que los tiempos de respuesta se vayan acortando cada vez más.
5. Servir como guía durante las actividades e ir reduciendo este acompañamiento paulatinamente, hasta que logre hacerlo por sí solo. Así se fomentan las oportunidades para que ellos resuelvan situaciones y respondan por sí mismos.
6. Promover que logre interesarse por los objetos, experiencias y personas que están a su alrededor, enseñarles cosas sobre ellas, volverlas llamativas y atractivas para ellos. Así como aprovecharlas para reforzar lo impartido en clases.
7. La cantidad de tareas para un niño con necesidades educativas especiales, excepto para aquellos con altas capacidades, debe ser menor que al resto. Además de ofrecer el tiempo que sea necesario para realizarlas.
8. Ofrecer varias opciones para que ellos intervengan en actividades en las que puedan ser los principales actores, como exposiciones, obras de teatro, etc.
9. Procurar que las relaciones con sus compañeros sean en el marco del respeto, y que ellos puedan ofrecerle ejemplos de cómo responder a distintas situaciones, además de influir positivamente en su personalidad.
10. La enseñanza debe ser singular. Enfocarse más en sus actitudes, conductas y habilidades, que en el mero proceso de conceptos y exámenes.
Como una gran recomendación bibliográfica es Educación Especial: Inclusión educativa – Nuevas formas de exclusión, disponible en su versión electrónica en Google Books. En ese libro se reúnen las apreciaciones, artículos y ensayos de expertos en este tema, que ayudarán a comprender el alcance de este tipo de formación.
