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16 de julio | 2024
Los videojuegos no solo son una fuente de entretenimiento sino que también pueden ser poderosas herramientas educativas. Para empezar, ayudan a desarrollar habilidades cognitivas, fomentan la creatividad y mejoran las competencias sociales en los estudiantes, ofreciendo un enfoque innovador para el aprendizaje y preparándoles para futuros desafíos académicos y profesionales.
Encuentra aquí un repaso a los principales beneficios de incorporar videojuegos en el aula. Sin embargo, es común que padres y educadores se preocupen por el impacto de los videojuegos en la atención y el comportamiento de los más jóvenes. A pesar de estos temores, cuando se usan adecuadamente, los videojuegos pueden motivar y comprometer a los estudiantes de forma efectiva y positiva.
Incorpora ya el uso de videojuegos en clase y haz que el aprendizaje se convierta en una experiencia interactiva y enriquecedora.
Los videojuegos han demostrado ser efectivos en el área educativa. Ayudan a desarrollar las habilidades cognitivas de los estudiantes además de generarles emociones y motivación. Descubre aquí 7 beneficios de los videojuegos en este ámbito:
1. Desarrollo de habilidades cognitivas
1.1. Mejoran la memoria
Numerosos estudios demuestran que los videojuegos pueden mejorar la memoria y la atención por lo que pueden ser un gran recurso en clase. Juegos que requieren recordar mapas, secuencias y reglas complejas ejercitan tanto la memoria a largo plazo como la de trabajo. Además, la naturaleza interactiva y rápida de los videojuegos exige una concentración intensa, mejorando la atención selectiva y sostenida.
1.2. Estimulan el pensamiento crítico
Los juegos de puzzles y estrategias presentan problemas complejos que requieren soluciones o estrategias creativas. Incorporar estos juegos en la educación fomenta el pensamiento crítico y ayuda a resolver de forma armónica problemas del día a día.
1.3. Incentivan la creatividad
Los videojuegos que incentivan la creatividad son aquellos que están estrechamente vinculados a la personalización y la construcción. Juegos como 'The Sims' y 'Minecraft' desarrollan la expresión creativa. Los estudiantes pueden crear mundos y diseñar estructuras, lo que fomenta su imaginación. Lleva estos juegos a escenarios educativos como la narrativa, el diseño gráfico o la arquitectura y tendrás resultados excepcionales.
2. Desarrollo de habilidades sociales
2.1. Trabajo en equipo
Juegos como 'World of Warcraft' y 'Fortnite' requieren colaboración y coordinación entre jugadores. Estas habilidades son vitales tanto en el aula como en la vida cotidiana o el ámbito laboral. Los videojuegos desarrollan la comunicación, el trabajo en equipo y el liderazgo, enseñando a los estudiantes a negociar roles o establecer estrategias conjuntas.
2.2. Incentivo a la tolerancia
Videojuegos como 'Journey' y 'Life is Strange' ofrecen experiencias inmersivas que permiten a los estudiantes vivir historias desde diversas perspectivas. Estas experiencias fomentan la empatía, la tolerancia y el respeto por la diversidad, valores importantes en el entorno educativo.
3. Beneficios emocionales
3.1. Desarrollo de la resiliencia
Los videojuegos presentan desafíos y obstáculos que los jugadores deben superar. Esta experiencia fomenta la resiliencia y la persistencia, enseñando a los estudiantes la importancia de superar dificultades y perseverar, habilidades cruciales para el éxito académico y personal.
3.2. Mejora la motivación
La naturaleza interactiva y gratificante de los videojuegos aumenta el compromiso, la participación y la motivación de los estudiantes. Los sistemas de puntos, niveles y recompensas hacen que el aprendizaje sea más atractivo y satisfactorio, mejorando significativamente el rendimiento de los alumnos.
Estos son sólo 2 ejemplos de cómo usar videojuegos en tareas educativas:
1) Aprendizaje de nuevos idiomas
Muchos colegios utilizan videojuegos en las clases de idiomas. Estos juegos presentan diálogos y textos en idiomas extranjeros, facilitando la comprensión y práctica del nuevo idioma de forma contextualizada. Además, los juegos multijugador permiten la interacción con estudiantes de diferentes países, ofreciendo oportunidades para practicar la comunicación en otros idiomas.
2) Fomento del pensamiento computacional
Los videojuegos en las aulas pueden fomentar el pensamiento computacional mediante la programación y el diseño de juegos. Plataformas como 'Scratch' permiten a los estudiantes desarrollar sus propios juegos, generando habilidades de secuenciación, lógica y resolución de conflictos. Este enfoque práctico y lúdico, además, despierta el interés por carreras en programación y tecnología.
