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24 de julio | 2023
La resiliencia es una habilidad fundamental que nos ayuda a enfrentarnos a los desafíos de la vida y recuperarnos de situaciones difíciles. Es común que padres o docentes tengan miedo de sobreproteger a los niños o, por el contrario, de ser demasiado duros con ellos. Sin embargo, es nuestra responsabilidad ayudarles a encontrar un equilibrio para que aprendan a enfrentarse por sí mismos a estos obstáculos.
¿Cómo podemos ayudarles a ser más resistentes frente a las adversidades? Encuentra aquí 8 útiles consejos o ideas para fortalecer la resiliencia en los niños. Enséñales, por ejemplo, a ser persistentes, a aprender de sus errores y valorar sus pequeños logros. Evitarán así el riesgo de caer en la desesperanza y la depresión al enfrentarse a situaciones estresantes.
Forma niños con mayor resiliencia, más seguros, y ayúdales a encontrar soluciones creativas a sus propios problemas.
La resiliencia ayuda, tanto a niños como a adultos, a enfrentarse y superar situaciones difíciles. ¿Quieres que los niños desarrollen esta importante habilidad desde edades tempranas? Lee estos 8 consejos y aplícalos en casa o en la escuela:
1. Fomenta relaciones sociales
Enseña a los niños la importancia tanto de la amistad como de desarrollar empatía. Establece medidas (en el aula o en casa) que les ayuden a superar frustraciones y desilusiones. Si eres profesor, presta atención al comportamiento de tus alumnos, observa si alguno se aisla y toma medidas para conocer las razones de su alejamiento. Si es necesario, actúa diligentemente para incorporarle al grupo.
Recuerda que hacer amigos garantiza un apoyo social y, por tanto, desarrolla la resiliencia como herramienta para superar la frustración.
2. Incita al niño a ayudar a los demás
Una forma efectiva de ayudar a los chicos a cambiar la idea de que no pueden hacer absolutamente nada, es incitarles a ayudar a los demás. Fomenta su participación en voluntariados acordes a su edad y pídeles que colaboren en tareas específicas en casa o en el colegio que les hagan sentir útiles. Además, puedes programar actividades en el aula en las que busquen alternativas para ayudar a otras personas a resolver un conflicto.
3. La rutina es importante
Ayuda a los niños a desarrollar rutinas en sus actividades diarias, ya que les ayudará en el futuro a organizar y estructurar sus vidas. Hay quienes odian las rutinas, pero para desarrollar la resiliencia en los niños, este hábito es fundamental.
4. Los descansos son necesarios
Aunque nos resulte difícil de creer, los niños también tienen preocupaciones. Los descansos les permiten desconectar de aquellas situaciones que les inquietan. Evita que escuchen noticias angustiantes, que pasen todo el día online o que escuchen conversaciones que les generen estrés. Las evaluaciones en la escuela pueden ser también un factor importante de preocupación en los niños. Dedicar algún tiempo para fomentar su creatividad siempre ayuda.
5. El niño debe cuidarse a sí mismo
No todo son deberes ni responsabilidades. La relajación y los momentos de ocio son esenciales para el desarrollo de un niño. Las actividades recreativas y deportivas permitirán que se desconecten de sus preocupaciones cotidianas, mantengan el equilibrio y aprendan a canalizar el estrés de manera efectiva. Haz que el niño coma a tiempo y sea consciente de los beneficios de los alimentos que consume.
Evita que la vida del pequeño esté programada de la mañana a la noche sin los descansos necesarios.
6. Cuida su autoestima
Resulta importante recordar a los niños que los desafíos que han superado en el pasado, les ayudarán a enfrentar futuros obstáculos. Es importante que desarrollen confianza y seguridad en sí mismos para solventar eficazmente situaciones de conflicto. Haz que desarrollen la capacidad de reírse de los problemas y afrontar las cosas con una actitud positiva.
7. Es necesario luchar para lograr metas
Seguramente, el pequeño tiene sueños que desea cumplir. Ayuda a los niños a fijarse objetivos factibles y a avanzar poco a poco pero con seguridad para cumplir sus metas. Enséñales que no pasa nada si cometen un error en el camino. Pueden seguir avanzando, pero con la lección aprendida. Para ellos es importante sentirse elogiados por sus logros. Haz que piense más en lo que ha conseguido con esfuerzo que en lo que no pudo lograr.
8. El cambio forma parte de la vida misma
¿Sabías que los cambios pueden generar frustración en los niños? Enséñales que forman parte de la vida de cualquier persona y que no son tan traumáticos como parecen. Muchas veces los más pequeños no están preparados para grandes transformaciones en sus vidas y deben saber que a menudo van acompañadas de nuevas e interesantes metas.
Educar en resiliencia contribuye al desarrollo armónico de un niño. Si el pequeño desarrolla esta habilidad, podrá sobreponerse mejor y más rápidamente a las adversidades. Además, les permite aprender de los errores en lugar de frustrarse por ellos desarrollando una actitud positiva ante la vida. Será, en definitiva, una persona más segura.
La resiliencia aparece a veces de forma natural y en otras casos implica más tiempo y esfuerzo. Es importante que converses francamente con el niño y le digas que cuenta con todo tu apoyo y comprensión. Los niños que sienten confianza de sus padres se sienten más seguros para conseguir sus logros. Además, aprenden que los errores no son necesariamente fracasos y que el esfuerzo es muy importante para cumplir cualquier objetivo.
