Así puedes superar el estrés que produce un cambio de empleo

20 de mayo | 2025

Introducción

Un cambio de empleo es una de las decisiones más importantes en la vida profesional de una persona. Aunque muchas veces es una elección positiva, llena de nuevas oportunidades, también puede generar un alto nivel de estrés y ansiedad. No es sólo dejar un lugar de trabajo; es también salir de una rutina conocida, despedirse de compañeros, adaptarse a un nuevo ambiente y demostrar de nuevo, casi desde cero, lo que vales.

Te acompañamos en este post, paso a paso, a identificar tus emociones, aplicar estrategias útiles y convertir esta decisión en una experiencia de crecimiento personal y profesional. Los cambios laborales están entre las principales causas de estrés en adultos. Por eso, es vital entender por qué nos sentimos así y cómo podemos manejar la transición para que sea lo menos traumática posible. Confía en ti, respira hondo y recuerda: has superado otros retos antes y también lo harás con este.

Sigue leyendo y descubre cómo transformar esta etapa de cambio en una oportunidad real de aprender cosas nuevas para tu satisfacción personal.

Índice de contenidos:

  1. ¿Por qué nos estresa cambiar de trabajo?
  2. Reconoce tus emociones y valida lo que sientes
  3. 5 útiles estrategias para reducir el estrés
  4. Cómo preparar tu entorno personal y profesional
  5. La importancia del autocuidado durante el proceso
  6. Apóyate en una red de personas clave
 

¿Por qué nos estresa cambiar de trabajo?

El estrés que se genera al cambiar de empleo no es una debilidad ni resulta nada extraño. De hecho, es una reacción natural del cuerpo ante una situación de incertidumbre. Aquí te explicamos 4 de las razones más comunes:

  1) Miedo a lo desconocido: no sabes si encajarás en el nuevo lugar, si el ambiente será bueno, si te adaptarás rápido o si te sentirás a gusto. Esa falta de certeza puede generar ansiedad.

  2) Inseguridad financiera: incluso si tienes otro empleo asegurado, cambiar de trabajo puede afectar tus ingresos a corto plazo. Hay quienes temen no durar mucho en el nuevo puesto y perder así su estabilidad.

  3) Presión por demostrar habilidades: al llegar a un nuevo lugar, sientes que debes volver a probar desde cero todo lo que sabes hacer. Esa presión por 'quedar bien' puede resultar agotadora.

  4) Pérdida de la zona de confort: cambiar implica salir de lo conocido. Aunque el ambiente anterior no fuera perfecto, ya sabías cómo moverte, a quién acudir, cómo cumplir tus tareas. Eso da seguridad.

Entender estos motivos te permite darte cuenta de que no estás exagerando ni reaccionando mal: simplemente eres humano.

 

Reconoce tus emociones y valida lo que sientes

El primer paso para superar el estrés es aceptar lo que sientes sin juzgarte. Un cambio de trabajo puede provocar tristeza, miedo, angustia, nervios o incluso emociones contradictorias. Tal vez te sientes emocionado y preocupado a la vez. Todo eso es normal. Validar tus emociones significa no luchar contra ellas ni esconderlas. Puedes decirte cosas como:

  - "Es normal que me sienta así".

  - "Tengo derecho a estar nervioso".

  - "Esto también pasárá".

Una herramienta muy efectiva es escribir lo que sientes en un diario. Dedica unos minutos al día para anotar tus pensamientos y emociones. Te ayudará a liberar tensión y a ver las cosas con más claridad. Otra opción es practicar mindfulness o atención plena. Puedes hacerlo con ejercicios simples de respiración o meditación guiada. Hay muchas aplicaciones gratuitas que te pueden ayudar a empezar. Si sientes que el estrés es muy intenso o prolongado, considera hablar con un terapeuta. No tienes que hacerlo solo. Buscar ayuda es un acto de valentía.

 

5 útiles estrategias para reducir el estrés

Superar el estrés requiere acción. Aquí tienes 5 acciones que te ayudarán a controlar mejor la situación:

  1) Planifica con antelación: si sabes que cambiarás pronto de trabajo, organiza tus tareas, entrega todo lo que tengas pendiente y deja todo en orden en tu empleo actual. Así evitarás llevarte una carga de estrés innecesario al nuevo puesto.

  2) Infórmate sobre el nuevo lugar: averigua cómo es la cultura, los horarios, el ambiente. Cuanto más sepas, menos incertidumbre tendrás.

  3) Visualiza lo positivo: piensa en las razones por las que hiciste el cambio. Quizás buscabas crecimiento, mejores condiciones, un nuevo desafío. Recuérdalo cada vez que sientas miedo.

  4) Establece rutinas saludables: despertarte a la misma hora, comer bien, descansar y hacer algo que disfrutes cada día son pequeños actos que te dan estabilidad.

  5) Habla con alguien de confianza: expresar lo que sientes a un amigo, familiar o colega puede aliviarte. A veces, solo necesitamos que alguien nos escuche.

 

Cómo preparar tu entorno personal y profesional

Prepararte para un cambio de empleo no sólo es actualizar tu curriculum vitae (CV) o despedirte de tus compañeros. También implica organizar tu entorno para que la transición sea más suave. Una buena preparación puede transformar una etapa de miedo en una de confianza. Para ello, considera estas 4 acciones

  1) Habla con tu familia o pareja: comenta cómo te sientes y cuáles son tus expectativas. Su apoyo puede marcar la diferencia.

  2) Organiza tus finanzas: asegúrate de tener un pequeño colchón por si los pagos cambian o hay un tiempo de espera entre un empleo y otro. Reducirás así mucho la tensión.

  3) Prepara tu espacio físico: si vas a trabajar desde casa, organiza un lugar tranquilo y cómodo. Si vas a una oficina nueva, planifica cómo llegar, dónde estacionar o qué rutas usar.

  4) Cierra ciclos: agradece a tus compañeros anteriores, aprende de lo vivido y suelta lo que ya no te sirve. Te ayudará a empezar con energía renovada.

 

La importancia del autocuidado durante el proceso

Durante un cambio importante, es fácil olvidarse de uno mismo. Sin embargo, el autocuidado es esencial para reducir el estrés. Recuerda que cuidar de ti mismo no es egoísmo, es una necesidad. Sigue estos 4 simples pero poderosos consejos:

  1) Duerme bien: el descanso es fundamental para tu salud mental. Trata de dormir entre 7 y 8 horas cada noche.

  2) liméntate de forma equilibrada: evita saltarte comidas o recurrir a comida basura por ansiedad.

  3) Realiza actividad física: no necesitas ir al gimnasio. Caminar, bailar o estirarte también ayuda.

  4) Desconecta de vez en cuando: dedica tiempo a leer, escuchar música, ver una serie o cualquier cosa que te relaje.

 

Apóyate en una red de personas clave

No tienes que enfrentarte solo a este proceso. Busca apoyo en personas que te puedan escuchar, aconsejar o simplemente acompañar. A veces, una simple conversación puede ser suficiente para cambiar tu ánimo. Considera estas opciones:

  - Mentores o excompañeros de trabajo: ellos pueden darte consejos prácticos sobre el nuevo ambiente laboral.

  - Terapeutas o coaches profesionales: ayudan a poner en orden tus ideas y gestionar emociones.

  - Grupos de apoyo o foros online: compartir experiencias con personas en situaciones similares puede darte consuelo y perspectiva.

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