Comunica eficazmente así tu sobrecarga de trabajo a tu jefe

09 de agosto | 2023

Introducción

¿Te sientes abrumado por la cantidad de trabajo que tienes y quieres decírselo de manera adecuada a tu jefe? Expresar que tienes sobrecarga de trabajo puede generarte ciertos miedos, es normal, como temor a ser malinterpretado y enfrentarte a posibles consecuencias negativas. Sin embargo, es importante recordar que mantener un equilibrio en tu trabajo va a resultar fundamental para tu bienestar y productividad

Los beneficios de abordar este tema con tu jefe son claros: una distribución más equitativa de las responsabilidades y un alivio en tu carga de trabajo, principalmente. Encuentra aquí consejos para comunicar de manera efectiva a tu jefes que ya no puedes con tus tareas. Un paso importante antes de pedir una reunión es, entre otras cosas, buscar soluciones al respecto que te beneficien tanto a ti como a la empresa.

Solicita una reunión a tu jefe y comunícale así tu exceso de trabajo de forma efectiva.

Índice de contenidos:

  1. Sigue estos 10 tips para que hables con tu jefe sobre tu exceso de trabajo
 

Sigue estos 10 tips para que hables con tu jefe sobre tu exceso de trabajo

¿Sabías que cerca de 745000 personas mueren anualmente por ictus y trastornos cardíacos relacionados con el exceso de trabajo? Según un estudio de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), jornadas laborales excesivas (más de 55 horas semanales) impactan negativamente en el ser humano, disminuyendo la esperanza de vida de otros 23 millones de personas.

Si te encuentras superado por la cantidad de trabajo que tienes y deseas hablar al respecto con tu jefe, aquí tienes 10 consejos que te ayudarán a abordar la situación de manera efectiva:

1. Busca el consejo de colegas y mentores

Antes de acudir a tu jefe, es útil obtener la opinión de otras personas. Habla con amigos, familiares, mentores y colegas tanto de tu actual empleo como de trabajos anteriores. Comparte tu situación y obtén una perspectiva externa para determinar si realmente tienes una carga de trabajo excesiva. Es posible que te ofrezcan soluciones que puedes o propuestas que puedas presentar a tu supervisor.

2. Organiza una reunión honesta

Si has intentado todas las soluciones posibles para aliviar tu carga de trabajo y aún te sientes abrumado, es hora de hablar con tu jefe. Solicita una reunión y prepárate para discutir tu situación. Haz una lista de tus responsabilidades sin incluir tareas comunes a todos, como revisar correos electrónicos. Durante la reunión, sé honesto y busca orientación. 

Pídele a tu jefe que te ayude a establecer prioridades y fechas límite para tus tareas. Te ayudará a crear un plan de acción y a sentirte más seguro sin tener que trabajar en exceso.

3. No te quejes, da soluciones

Expresar tu insatisfacción laboral sin ofrecer soluciones es simplemente quejarse. En lugar de ver el problema como algo sin remedio, enfréntalo como algo que puede resolverse. Antes de reunirte con tu jefe, piensa en posibles soluciones y propuestas para aliviar tu carga de trabajo. Considera diferentes escenarios, ya que es probable que te hagan preguntas al respecto. Por ejemplo, podrías proponer:

Aplazar algunos proyectos: Si cambias las fechas de entrega de algunos proyectos, tu trabajo podría ser menos estresante.

Utilizar nuevos recursos: Probablemente existan herramientas que puedan ayudarte a hacer tu trabajo mucho más rápido. Haz una investigación al respecto y muéstrala durante la conversación.

Delegar en otros miembros del equipo: Probablemente existan otros miembros del equipo que pueden ayudarte a llevar todas las responsabilidades. Menciona esto como una sugerencia, así como la posibilidad de contratar a un nuevo empleado que pueda aliviarte al respecto.

4. Proporciona ejemplos claros

Durante la reunión con tu jefe, ofrece ejemplos específicos de asignaciones que te superan. Ayudará a mantener el enfoque de la conversación. Identifica detalles concretos de tus proyectos y destaca aquellos con fechas límite excesivamente ajustadas. No asumas que tu jefe comprende todos los problemas individuales de los empleados y sus causas. Describe lo que pasa con precisión para que tu jefe se involucre en la búsqueda de soluciones.

5. Mantén una actitud positiva

Mantén el enfoque y no omitas detalles importantes. Recuerda que estás presentando un problema que te afecta tanto a ti como a la empresa. Debes transmitirle a tu jefe que no te importa trabajar duro sino que te preocupa que la calidad de tu trabajo se vea afectada por la cantidad de tareas que tienes.

Evita ser negativo o criticar a tu jefe por la cantidad de trabajo que te asigna. No caigas en la trampa de comparar tu carga de trabajo con la de otros. Ten en cuenta que es posible que tu jefe no esté al tanto de la situación.

6. Aprende a decir que no

Si ya no puedes asumir nuevas responsabilidades y tu jefe no es receptivo, debes aprender a decir que no. Puede que te haga sentir incómodo, especialmente si eres de los que dice 'sí' a todo en el trabajo. Dile a tu jefe que te permita pensar si puedes tomar esa nueva responsabilidad (para luego negarte) o puedes brindarle una solución proactiva, en la que le muestres una salida diferente.  

7. No te compares

Enfócate en tu trabajo y tus responsabilidades en lugar de compararte con el resto de tus compañeros. La comparación te puede ayudar a determinar que estás trabajando demasiado y que se te pide más que al resto el equipo pero debes considerar que es posible que no conozcas todo lo que ocurre con tus colegas y cómo administran su tiempo y proyectos. Cuando hables con tu jefe, céntrate en tu experiencia individual.

8. Mantén la calma

Respira antes de iniciar tu conversación y hazlo lentamente mientras hablas para aumentar tu confianza. Haz referencia a tus notas para que la comunicación vaya de acuerdo a los planes de tu agenda. Comunícate con calma y mantén la compostura emocional. Mostrará que eres una persona madura y sincera.

9. Ofrece ayuda de otra forma

Demuestra que no quieres desligarte del trabajo como tal, sino que no puedes estar al frente de todas las responsabilidades. Por tanto, ofrece guiar a la persona que te releve de alguna de tus tareas. Demuestra que estás involucrado con la empresa.

10. Considera tus metas

Antes de reunirte con tu jefe, piensa en tus metas y el apoyo que estás recibiendo para lograrlas. Comprobarás así que eres una persona dispuesta a encontrar soluciones a futuro. Prioriza esos objetivos para dedicarle a cada uno el tiempo que se merece.

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