Índice de contenidos:
11 de abril | 2023
Se habla de salario híbrido para hacer referencia a una forma de retribución que tiene en cuenta la posibilidad de trabajar de forma remota frente al modelo presencial tradicional. Muchos trabajadores, de acuerdo a numerosos estudios, están dispuestos a ajustar sus salarios si pueden realizar su jornada (total o parcialmente) desde su casa o el lugar que elijan para trabajar.
La retribución hibrida (reflejo del trabajo híbrido) se suma así a los diferentes modelos de retribución existentes (retribución fija, retribución variable y la retribución de pagos en especie). Te explicamos aquí de manera breve y sencilla en qué consisten y cómo viene a encajar la remuneración híbrida en un mundo laboral revolucionado por el desarrollo de las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TICs).
Sigue leyendo y descubre las ventajas y necesidades del entorno laboral para implementar este nuevo modelo salarial.
El salario híbrido es resultado de los constantes cambios en el mercado laboral gracias a los avances tecnológicos. Este tipo de salario se ha visto incentivado, además, por la llegada de la pandemia y la temporada de aislamiento a la que estuvo sometida la población mundial que extendió la combinación del teletrabajo y el formato laboral tradicional.
Con este modelo, se requiere que los trabajadores dominen ciertas herramientas digitales que hagan posible la combinación del trabajo a distancia con la permanencia en las instalaciones de la empresa. No obstante, es necesario aclarar que las Tecnologías de la Información y de la Comunicación (TICs) se utilizan para gestionar actividades específicas.
No se debe confundir el Home Office con el híbrido aunque de forma errónea algunas personas lo utilicen como sinónimos. El segundo método sí es contractual, a diferencia del trabajo remoto que hasta ahora no está respaldado por la Ley. Por lo tanto, genera obligaciones, responsabilidades y beneficios tanto para el empleado como para el patrono.
Las retribuciones y compensaciones son los instrumentos más importantes en todo modelo de trabajo. En el híbrido, por ejemplo, el salario es más competitivo y produce más rendimiento porque los trabajadores destinan menos dinero para el pago de transporte, alimentos y otros gastos que se generan por la rigidez de los horarios en el sistema convencional.
De este modo se diferencian tres tipos de retribución que pueden resultar más efectivas, dependiendo de la naturaleza del puesto y de los alcances del proyecto empresarial:
- Fija: Se relaciona con la compensación mínima que la compañía le ofrece al empleado. Es decir, de acuerdo al puesto que ocupa recibirá un ingreso fijo al mes. Esto genera gran tranquilidad en el personal pues cuenta con un respaldo económico. Sin embargo, cuando no se establece de forma individual, en algunos casos puede influir negativamente en la productividad.
- Variable: Quienes disfrutan de este tipo de retribución, medirán sus ganancias de acuerdo a los resultados que arroje su trabajo durante determinado tiempo. Con esta modalidad cobran especial importancia los objetivos planteados. Si estos son imposibles de cumplir no ganará lo deseado y creará desmotivación. Normalmente, se combina con la adjudicación de recompensas y premios incentivando el espíritu de competencia. El salario final depende del empleado de acuerdo a su nivel de eficiencia y rendimiento y por tanto es ideal para las áreas de ventas y comercialización.
- En especie: Se refiere al complemento del salario, sea de base o variable, con beneficios extras fuera del mismo. Por ejemplo, días de vacaciones extra, horario flexible, viajes, regalos, descuentos en algunas tiendas, entre otros mecanismos. Si el jefe sabe emplearlas, pueden serle más determinantes para el logro de las metas que las retribuciones económicas.
El entorno cambiante de las operaciones empresariales y la fuerza laboral ha dado espacio al establecimiento de nuevas tendencias retributivas. Por supuesto, tomando como referencia las tres principales mencionadas anteriormente y adaptándolas a las necesidades de cada empresa.
• Revisión permanente de las políticas salariales
Las organizaciones que aplican retribuciones más novedosas a su nómina coinciden en que se debe revisar de manera periódica la brecha de los salarios. Se hace necesario mantenerlas actualizadas para responder eficazmente a los retos que se planteen dentro del negocio. Sobre todo, cuando existen varias personas con el mismo puesto pero no con la misma formación profesional o experiencia.
• Incrementar los términos de retribución variable
Siempre que sean metas a corto plazo, las retribuciones variables son una excelente medida para premiar los avances de cada trabajador. Al mismo tiempo, sirve de reconocimiento en las evaluaciones de desempeño. Por otro lado, otorga un carácter más equitativo a los profesionales bajo criterios específicos del cumplimiento de sus papeles y objetivos.
• Metas claras y tangibles
El modelo más popular hasta ahora es el OKR (Objectives and Key Results, por sus siglas en inglés), un sistema para la fijación de objetivos enlazados a resultados que permiten su medida y progreso. Los logros particulares se premian con beneficios sociales o económicos. Hoy en día hay softwares que ayudan al trabajador a llevar sus propias evaluaciones.
• El valor del salario emocional
Los beneficios intangibles que se ofrecen al grupo de trabajadores forman parte del salario emocional. Es importante porque se trata de brindar un ambiente laboral adecuado en el que se favorezca la colaboración y el trabajo en equipo. Suele ofrecer espacios colaborativos y de distracción, entre otras condiciones.
• Flexibilidad en toda la extensión de su concepto
Las normas rígidas ya no están dentro de las tendencias de liderazgo y relaciones laborales, puesto que actualmente se consideran las necesidades e intereses de cada miembro de la plantilla. Por tal motivo, la flexibilidad se vuelve protagonista en cuanto a horarios, retribución y programación. En base a esta teoría, cada vez es una realidad más tangible la personalización de los pagos.
• Aprovechamiento de la tecnología
Como ya se había mencionado, el uso de las herramientas tecnológicas es primordial en el modelo híbrido, ya que ayuda a simplificar y automatizar todas las gestiones que tienen que ver con el capital humano. Por un lado, se facilita el cumplimiento de las funciones de cada colaborador a la vez que se elaboran informes al respecto.
De igual forma, los encargados de recursos humanos pueden usar la digitalización para analizar cuando y a quienes se les debe ajustar el salario, por ejemplo. Además, permite la detección de otras debilidades o fortalezas a la hora de aprovechar los recursos y personalizar las experiencias.
Lo cierto es que el modelo híbrido abre las puertas a otros sistemas de trabajo que podrían ser favorables. De esta manera, el trabajo se vuelve más inclusivo permitiéndole a las madres y padres estar más presentes en la crianza de sus hijos y conciliar de manera armónica la vida personal con el empleo.