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19 de agosto | 2022
Un asistente virtual ofrece servicios de carácter administrativo, creativo o técnico a través de Internet desde su propia casa u oficina para una o varias empresas. Es una forma de externalizar una serie de tareas de la empresa en un experto. Ejemplos de asistente virtual serían las secretarias virtuales (gestiones de agenda, mail, viajes, etc), trabajos de atención al cliente, chat, gestión de webs o actividades de 'social media'.
Es un trabajo muy en alza para los que puedes formarte (cursos de asistente virtual) y al que puedes aportar tu experiencia previa. Descubre si cuentas con las 5 habilidades necesarias para dedicarse a la asistencia virtual y cuáles son las ventajas y desventajas de este trabajo. Además, encuentra las 7 plataformas online más populares en las que podrás ofrecer tus servicios como asistente virtual online.
Aprende cuánto puedes ganar como asistente virtual y encuentra un buen empleo en este sector.
Un asistente virtual es alguien que desde una ubicación remota le brinda asistencia técnica o de otra índole a un determinado público de usuarios. Básicamente, este término se les atribuye a las personas que ejercen tareas para facilitar la vida de los demás. El ejemplo más común son quienes ofrecen servicio de atención al cliente en empresas. Sin embargo, sus actividades van desde campañas de marketing, encuestas, búsquedas en Internet y asesorías de todo tipo.
El trabajo de asistente virtual engloba un universo de funciones, ya que son requeridos en la mayoría de las compañías con presencia mundial. Por ejemplo, Amazon, asistente virtual Google, Microsoft, compañías telefónicas o entidades bancarias. No obstante, cada vez son más populares los proveedores de diseño gráfico, edición de textos, o gestión de redes sociales, correo electrónico y proyectos.
Más aún, se está aplicando un asistente virtual que es más personalizado, pues actúan como secretarias online, organizando agendas, planificando reuniones y hasta programando citas y viajes, incluyendo las reservas de vuelos y hoteles.
Tanto las ventajas como los inconvenientes de ser un asistente virtual online, están relacionadas al hecho de trabajar desde casa. Aunque esta es una industria en crecimiento con excelentes ingresos, una gran desventaja es que no tendrás los beneficios que se obtienen en un empleo convencional. Además, la inversión en equipos para iniciar es muy baja; ya que con tu ordenador personal y una buena conexión a Internet es suficiente.
Otro gran atributo es que si quieres ser asistente virtual, puedes escoger para quienes trabajar. Pero como todo, la cantidad de casos de estafa que hay en Internet juegan en contra, así que certifica la veracidad de las ofertas. Recuerda que tu CV es visible desde cualquier lugar del mundo cuando está publicado en las bolsas de empleo en la red. Pero eso trae consigo que haya más competencia para ti.
La flexibilidad en el horario juega un importante papel en el trabajo asistente virtual, es decir, tú estás en la plena facultad de decidir cuántas horas del día le dedicarás a tu trabajo. Asimismo, tu eres tu propio jefe y tienes la libertad de definir tus precios.
En la web existen gran cantidad de certificaciones, desde curso de asistente virtual gratis hasta tarifas varias. Aunque estas formaciones no son obligatorias, sí es necesario que poseas conocimientos básicos de diferentes áreas. Las formaciones nunca están demás, así que aprende sobre el modelo de negocios del teletrabajo, cuál es tu nicho de mercado, las competencias blandas que debe desarrollar un asistente virtual en español.
De igual modo, estudia cómo crear tu marca personal, principios básicos de contabilidad para un negocio digital y las mejores estrategias para conseguir clientes. Si ya cuentas con una profesión y quieres ser un secretario virtual especializado, debes combinar tu carrera con el oficio, y serás el mejor.
Como ya se ha mencionado con anterioridad, es el asistente virtual quien establece sus precios. Si decides emprender como independiente ganarías más que al afiliándote a alguna página web. Lo más importante es que la tarifa sea competitiva, aunque muchas veces se termina cobrando menos para conseguir más proyectos.
Por lo tanto, el sueldo es un tema relativo. Por ejemplo, una asistente virtual en España puede ganar entre 10 y 55 euros la hora. Todo va a depender de las condiciones que ofrezcas.