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06 de febrero | 2023
Has llegado al que es quizás sea el momento más importante del proceso de selección para un empleo: la entrevista de trabajo. Te vas a encontrar cara a cara con un entrevistador o un panel de selección y vas a tener que responder sus preguntas con soltura y determinación. No debes dejar nunca este momento a la improvisación.
Por lo contrario, debes estudiar tanto la empresa como las funciones del puesto (y si es posible, a tu entrevistador); pensar y ensayar las preguntas que te pueden hacer y cómo responderlas; o elegir tu vestuario y cómo presentarte. Pero también hay cosas que nunca deberías decir porque casi con toda seguridad te van a hacer descabalgar del proceso de selección. En este post encontrarás 10 ejemplos de ello.
Esto tampoco quiere decir que te debes mostrar en todo momento poderoso e omnipotente. A continuación te contamos también los puntos débiles que puedes mostrar al reclutador y que te harán parecer más humano y real.
Toda persona que opta a un puesto en una compañía debe pasar por una entrevista de trabajo, el último y quizás más decisivo de los pasos de un proceso de selección. A través de una entrevista laboral, el reclutador de empleo conocerá personalmente al candidato pero también determinará si está capacitado para el cumplimiento de determinadas funciones.
La Fundación Pública Galega de Formación para o Traballo de la Xunta de Galicia sugiere una preparación exhaustiva para impresionar a recursos humanos con las respuestas a cada una de sus preguntas.
En medio de esa preparación, el candidato tendrá que realizar algunas simulaciones como ensayo para asegurarse de que todo salga perfecto. Practicar las respuestas es asunto importante porque de esa forma reduces cualquier posibilidad de decir cosas que ni por casualidad deben asomar frente al panel entrevistador.
Muchas veces te han dicho qué decir y cómo responder en una entrevista de trabajo. Pero seguramente nadie te ha mencionado que contestar incorrectamente puede jugar en tu contra. Para que no te pase queremos hacer una lista de todo aquello que debes guardarte durante tu encuentro con recursos humanos.
1. “Mi jefe era un déspota incompetente”
BBC Mundo ha dicho que hablar mal de tu antiguo jefe durante la entrevista de trabajo es contraproducente. Si lo expones ahora, qué va a garantizar que no harás lo mismo con los posibles nuevos jefes. Si ha habido algún inconveniente con tus antiguos supervisores, lo mejor es que te lo reserves.
2. Detesto mi trabajo actual
Puede que sea cierto: Odias con todas las fuerzas de tu alma tu actual trabajo. Y aunque tengas muchas ganas de decirlo, mejor guárdatelo. Los expertos aseguran que las respuestas con una carga negativa tan impresionante como esta no te van a favorecer. En su lugar, responde cosas como que “busco nuevos retos profesionales”.
3. “No tengo mayor experiencia”
La revista GQ recomienda evitar hablar de tu falta de experiencia para cumplir con una tarea. Está bien que no la tengas, pero si estás sentado en esa entrevista es porque recursos humanos considera que tienes habilidades afines que podrían ayudarte.
4. “No tengo ninguna debilidad”
Si quieres parecer arrogante y que te descarten de una vez, da este tipo de respuestas. Hacerlo dará a entender al seleccionador de empleo que ni siquiera eres capaz de escuchar una crítica. Tampoco es recomendable decir que tu defecto más grande es ser el trabajador más perfeccionista del mundo.
5. “¿Cuántos días libres voy a tener por mes?”
No preguntes por ningún beneficio, mucho menos por los días libres durante la primera entrevista de trabajo. Aún no has sido contratado y todavía no te han hablado de remuneración. Entonces, evita hacer este tipo de interrogantes.
6. “Todo está en mi currículum”
No creas que porque la información sobre tu vida profesional está en tu CV no tendrás que responder por ello a los entrevistados. Te sugerimos totalmente lo contrario. Prepara un discurso claro y conciso sobre tu experiencia profesional. A recursos humanos le encantará escucharte.
7. “No sé”
Durante la entrevista de trabajo tendrás la oportunidad de demostrar tus capacidades. Responder con un “no sé” si te preguntan cómo resolver determinado problema no te hará destacar. Si bien estás presionado por el momento, es justo y necesario pensar antes de contestar esta barbaridad. Mejor será pedir unos segundos para pensar qué hacer.
8. “¿Cuál será mi salario?”
Por lo menos no durante la primera entrevista. En principio destaca tus habilidades profesionales y demuestra que eres capaz de asumir el rol. Temas como el salario y beneficios pueden tocarse en una segunda cita. La única forma de hablar de ello en el primer encuentro es que el reclutador de empleo saque a la luz el tema.
9. “Por ahora no tengo preguntas que hacer”
No hacer preguntas al entrevistador al final de la entrevista puede tomarse como una falta de interés del entrevistado. Muchos no lo saben y comenten este error. Aprovecha la ocasión para formular un par de interrogantes y sal de la oficina como un ganador.
10. “Soy el más calificado para este empleo”
Es importante no caer en la arrogancia. Por eso evita esta frase, sobre todo cuando desconoces quiénes postulan al mismo cargo.
Hay algunos puntos débiles que puedes tocar durante la entrevista. Por ejemplo estos:
1. “Muchas veces me cuesta pedir ayuda”
Está bien que reconozcas que este es un aspecto negativo dentro de tu perfil. Pero asegura que puedes mejorar al respecto. Recuerda que el trabajo en equipo es una cualidad valorada en la mayoría de las empresas. El seleccionador de personal considerará que se trata de una desventaja que puede ser superada.
2. “Solo me concentraba en un solo proyecto, pero siempre trabajo para mejorarlo”
Puedes generar mucha empatía si lo confiesas. A veces un proyecto toma tanto tiempo que dedicas mucho esfuerzo en terminarlo, descuidando otros iguales de importantes. Si has trabajado para mejorar esta situación, dilo durante la entrevista de empleo.
3. “Quiero aprender más sobre determinado aspecto”
No siempre sabrás de todo en un área determinada. Siempre habrá cosas que necesites aprender o mejorar. Di con toda confianza que necesitas aprender de algo que no dominas y quedarás como una persona entusiasta y ávida de conocimientos.
4. “Me pongo muy nervioso cuando no entiendo algo”
Seguramente darás a entender que eres un trabajador que le gusta entender los procesos. No pasa nada si se lo dices a tu entrevistador. Este problema se soluciona trabajando en equipo y pidiendo apoyo al resto de tus compañeros.
Realmente no habrá problemas si demuestras algunas debilidades. Lo mejor del asunto es que inmediatamente después de decirlas agregues un comentario positivo. De esa manera, saldrás victorioso de la oficina de recursos humanos.