Índice de contenidos:
07 de noviembre | 2025
Que no superes un examen médico laboral no significa automáticamente que vayas a perder tu empleo, pero en algunos casos sí que puede abrir la puerta a un despido. Los reconocimientos médicos, como medida de prevención de riesgos laborales, sirven para cuidar la salud de los empleados garantizando que puedan realizar su trabajo de manera segura. Por eso, entender cómo funcionan y qué implicaciones tienen resulta fundamental.
Te explicamos en este artículo, de forma sencilla, cuándo son obligatorios estos exámenes, qué significa no superarlos y, lo más importante, en qué casos una empresa puede (o no) despedir a un trabajador por ello. Es verdad que sólo sucede en situaciones muy concretas tras valorarse alternativas como la adaptación o la reubicación. Recuerda que siempre debe respetarse la confidencialidad médica y que no estás obligado a aceptar un despido sin más.
Descubre aquí qué dice la ley sobre no superar la prueba médica en tu trabajo y cómo protegerte.
Índice de contenidos:
El reconocimiento médico es una revisión de salud que la empresa organiza para sus trabajadores. El objetivo no es curar ni diagnosticar enfermedades personales, sino comprobar si el trabajador está en condiciones de realizar sus tareas sin riesgos para él ni para otros. Hay distintos tipos de reconocimientos:
a) Previos a la contratación: para confirmar si la persona puede desempeñar el puesto antes de firmar un contrato.
b) Periódicos: se realizan cada cierto tiempo durante la relación laboral.
c) Tras ausencias prolongadas: después de una larga baja médica, para verificar que el empleado puede reincorporarse.
d) Por cambio de puesto: si se trata de un puesto con condiciones diferentes o mayores riesgos.
En la mayoría de los casos, estos exámenes son voluntarios. Sin embargo, la Ley de Prevención de Riesgos Laborales establece excepciones: son obligatorios cuando el tipo de trabajo implica riesgos para la salud del propio trabajador, de terceros o del entorno. Por ejemplo:
- Conductores profesionales.
- Trabajos con maquinaria pesada.
- Manipuladores de sustancias tóxicas.
La regla general es que el reconocimiento médico es voluntario, porque forma parte del derecho a la intimidad y a la confidencialidad de los datos de salud. No obstante, existen 3 situaciones claras en las que sí puede ser obligatorio:
1) Cuando lo exige la ley o el convenio colectivo.
2) Cuando sea imprescindible para evaluar riesgos laborales.
3) Cuando la salud del trabajador pueda afectar a la seguridad de terceros.
Los resultados no son un simple 'aprobado' o 'suspendido'. Normalmente se dividen en 3 categorías:
1) Apto: el trabajador puede desempeñar todas las funciones del puesto sin problemas.
2) Apto con restricciones: la persona puede trabajar, pero con ciertas limitaciones o adaptaciones (por ejemplo, no levantar más de 10 kg o no trabajar en turnos nocturnos).
3) No apto: significa que, en ese momento, el trabajador no puede realizar las funciones del puesto sin poner en riesgo su salud o la de otros. Ser calificado como 'no apto' no significa automáticamente perder el empleo. Es un diagnóstico laboral, no un despido. Lo que corresponde en este caso es que la empresa analice alternativas antes de llegar a la medida más drástica.
Aquí llegamos a la pregunta central. La respuesta es: sí, pero sólo en determinadas circunstancias y siempre respetando los derechos del trabajador.
1) Casos en los que sí puede ocurrir
- Cuando el resultado 'no apto' es definitivo y no hay posibilidad de adaptación del puesto.
- Cuando las tareas del trabajo implican riesgos graves y no hay otro empleo disponible en la empresa.
- Cuando un convenio colectivo establece expresamente la necesidad de ser 'apto' para continuar en el puesto.
2) Casos en los que no debería ocurrir
- Cuando la empresa no ha intentado reubicar al trabajador en otro puesto compatible.
- Cuando se trata de un 'apto con restricciones' y es posible adaptar las funciones.
- Cuando se utiliza el resultado médico como excusa para un despido disciplinario injustificado.
3) Derechos del trabajador
- Recibir un informe claro sobre el resultado.
. Que se respete su intimidad y la confidencialidad de los datos.
- Que la empresa valore adaptaciones o cambios antes de despedir.
- Impugnar judicialmente el despido si considera que es injusto.
Antes de llegar a la terminación del contrato, la empresa debe estudiar otras opciones:
1) Reubicación interna: trasladar al trabajador a un puesto compatible con sus condiciones de salud.
2) Adaptación del puesto: reducir tareas, ajustar horarios, limitar esfuerzos físicos o cambiar turnos.
3) Incapacidad temporal (baja médica): si el problema de salud es temporal, el trabajador puede ausentarse hasta que reciba el alta.
4) Incapacidad permanente: si la situación es grave y definitiva, puede reconocerse una incapacidad parcial, total o absoluta, con derecho a prestaciones económicas.
5) Acuerdo voluntario: en algunos casos, empresa y trabajador pactan una salida negociada con indemnización.
Si recibes un resultado de 'no apto' en un reconocimiento, actúa con calma y conoce tus derechos. Aquí 6 pasos prácticos que te pueden ayudar:
1) Solicita copia del informe: pide siempre el dictamen oficial de aptitud.
2) Infórmate de tus derechos: revisa tu convenio colectivo y la normativa aplicable.
3) Pregunta por alternativas: solicita a la empresa que estudie adaptaciones o cambios de puesto.
4) Acude a tu médico de confianza: puedes contrastar la valoración médica laboral con la opinión de tu médico de cabecera o especialista.
5) Busca asesoría legal: un abogado laboralista puede orientarte sobre cómo impugnar un despido o reclamar tus derechos.
6) Inspección de Trabajo: si sospechas que la empresa utiliza el reconocimiento como excusa para despedirte, puedes denunciar.