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16 de marzo | 2023
A menudo resulta difícil negociar las dinámicas de equipo en una empresa. Es natural que quieras mostrar el valor que aportas a una empresa, hacer avanzar tu carrera y mostrar tus contribuciones a los jefes pero no debes olvidar que trabajas con un equipo de compañeros y no quieres parecer un idiota. ¿Existe alguna forma de mostrar que eres un activo para la empresa sin parecer un fanfarrón ante los demás?
En este artículo te avanzamos 5 recomendaciones para hacer que tus jefes valoren tu trabajo sin parecer estúpido ante tus compañeros. Pasan, fundamentalmente, por valorarte a ti mismo, mostrar liderazgo y respetar el trabajo de los demás. Aprender a adelantarte a las contingencias, conocer la empresa y trabajar en la resolución de conflictos sería una estupenda forma de comenzar a hacerlo.
Continúa leyendo el post y consigue que tus superiores reconozcan tu trabajo y piensen en ti para una promoción como parte de un equipo de trabajo.
Presta atención a estas recomendaciones para que tanto tu jefe, como los demás superiores y compañeros de trabajo reconozcan la importancia de lo que haces para favorecer a la empresa. La siguiente lista se centra en demostrar tu nivel de profesionalidad y experiencia.
Muchas personas optan por tomar atajos para hacerse resaltar; no obstante, este es un consejo extra: no intentes sabotear a los demás para construir tu éxito, no durará mucho. Todavía menos tienes que degradarte o convertirte en una persona servil, demuestra tu valía con conocimientos.
1.- Reconócete a ti mismo como un profesional valioso
Muchas personas llegan a subestimarse, por lo tanto, llegan a dudar de sus capacidades. Eso lo percibe el resto de las personas, así que no caigas en este error. Al contrario, asegúrate de que se note lo que haces sin caer en la fanfarronería. Hazle un poco de promoción a tu trabajo, eso ayudará a que los demás entiendan tu esfuerzo y compromiso con los objetivos de la empresa.
Por otro lado, celebra el resultado de tus gestiones, aunque tu producción hable por sí sola. Solo así resaltarás sin necesidad de desacreditar a tus compañeros y servirá como una “muralla” para los ataques que puedan generarse contra ti.
2.- La planificación como tu mayor aliada
La forma más relevante de cómo hacer que tu jefe valore tu trabajo es entregar resultados tangibles y para ello se necesita planificación. Mantener un orden en tus tareas acarrea puntualidad y mayor productividad. Con ello, tus logros individuales se harán evidentes y los colectivos aún más.
Procura que tu trabajo sea constante, permanente y de calidad. Pero eso sí, sé consciente de tus alcances, no asumas retos que no puedas cumplir, como plazos de entrega irreales. Sé honesto, con ellos y contigo, eso es lo que realmente busca un patrono.
3.- Establece los límites
¿Qué significa establecer límites? No es otra cosa que dejar las reglas del juego claras. Otorgarle significado a tu trabajo no debe confundirse con horas extras innecesarias, por poner un ejemplo. Mucho menos abandones tu vida personal.
Aprende a decir NO a las cosas que pueden hacerse dentro del horario laboral y que sin embargo te exigen fuera de la jornada. Un trabajador eficiente cumple con los requerimientos siempre no interfieran en el resto de su vida. Dentro de las acciones para valorar el trabajo de manera justa, incluye: hacer entender a los superiores que se debe respetar tu tiempo.
4.- Demuestra cuánto conoces la compañía
Más allá del compromiso con la empresa, tienes que estudiar el organigrama, la estructura y el funcionamiento de la organización. Cuando demuestras el manejo de los procesos en cuanto a tiempo, costos y resultados, los jefes reconocen el alto grado de sentido de pertenencia de un trabajador.
Se trata de darles a entender que estás dando más del 100%. Es decir, que además de cumplir con tus tareas te cercioras que en cada fase se cumplan con las tareas. De esta forma también dejas claras tus dotes de liderazgo, aspecto importante para crecer laboralmente.
5.- Valorar el trabajo del otro
Detalles como transferir tus conocimientos al resto del equipo da muestras de tu lealtad pues haces notar que quieres que todos posean tu mismo nivel. Ayudar a tus compañeros, ya sean nuevos en la empresa o aquellos que presenten alguna debilidad, da señales de ser un gran ser humano.
El compañerismo trae consigo un ambiente laboral sano, y esto repercute en la productividad. Así que no solo se trata de beneficiar lo corporativo, sino también al trabajador. De igual forma, manifiesta tus ganas de aprender de los demás nuevas habilidades o técnicas que te ayuden a mejorar.
No se trata de caerle bien a tu jefe, más bien es una reflexión sobre valorar tu trabajo. Si bien nadie es indispensable, resulta muy gratificante que te asignen una responsabilidad porque reconocen que eres quien la ejecutará de forma más eficaz.
Eso solo se logra con estudios y experiencia, con un conocimiento profundo de la empresa para la que trabajas. A su vez, eso te mantiene siempre en una posición adelantada y con los horizontes abiertos. En otras palabras, aprenderás a adelantarte a las contingencias y cultivarás una gran cualidad: la resolución de conflictos.
Esa es la clave, hacerte notar positivamente por tus capacidades para que te tomen en cuenta a la hora de alguna eventualidad. Es allí donde se evalúa realmente el valor que tiene algún empleado. No sólo es cuestión de un ascenso sino también de asumir responsabilidades trascendentales y que se te reconozca como líder.
Aunque es necesario tener los 'pies sobre la tierra', todos los seres humanos tienen aspiraciones. Cada día la competencia en todos los campos laborales es mayor, por eso no debes dejar de cultivarte. Cumple con tu papel actual en la compañía sin olvidar que la meta siempre será seguir escalando peldaños.
Este es un “bonus extra”. Si sientes que no tienes el respeto y el reconocimiento que mereces, evalúa si has intentado alguna de las opciones presentadas anteriormente. Si tu respuesta es No, comienza a implementarlas y haz una medición de lo que alcances. Ahora bien, si la respuesta es que Sí has agotado todas las posibilidades, renuncia.
Si consideras que eres un buen empleado y que conoces lo necesario para ejercer tu profesión, busca una nueva oportunidad de empleo que cubra tus expectativas. Hay que ser responsable y detectar esos signos de que no estás en el sitio correcto, antes de que sea tarde.
Muchos empleadores quieren ser que su personal les impresione constantemente sin otorgarles el valor que se merecen. Si ese es tu caso, no confrontes con tus jefes o directivos y haz lo más sano para ti.