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15 de marzo | 2023
La entrevista de trabajo es el momento más importante de un proceso de selección. Tu curriculum vitae ha destacado y te han seleccionado como potencial empleado por tus habilidades para cumplir adecuadamente con la vacante. Es el momento de brillar. ¿Cómo hacerlo? Ya sabes, prepara la entrevista, acude a tiempo, con ropa adecuada y responde (con ejemplos concretos) a las preguntas del entrevistador mientras le miras a los ojos.
Preparar la entrevista significa anticiparte a las preguntas que puede hacerte el reclutador. En este artículo hemos seleccionado las 6 preguntas más habituales durante una entrevista de trabajo con sus posibles respuestas. Llegará un momento en que el entrevistador te pregunte a ti si tienes alguna duda o pregunta. No te quedes en silencio. Preguntar suma puntos. Aquí te dejamos también 6 preguntas que puedes hacerle tú al entrevistador.
Continúa leyendo y supera con éxito la entrevista de trabajo consiguiendo el empleo que, por experiencia y formación, te mereces.
1. ¿Por qué te interesa trabajar en la empresa?
Se utiliza para detectar las intenciones del candidato. Asimismo, la respuesta debe dejar claro qué tan seguro de sí mismo es el entrevistado y lo cómodo que pueda sentirse con sus conocimientos y habilidades. Es ideal para demostrar lo mucho o poco que se conoce sobre la organización.
2. ¿Cómo resolverías un determinado problema?
Cuando preguntan sobre resolución de problemas quieren medir la capacidad de reaccionar ante momentos críticos, de desafíos o de estrés. A veces esta interrogante no es tan general, pues puede que se plantee al postulado una situación hipotética y que éste indique cuál sería la salida más beneficiosa para la empresa, de acuerdo a su experiencia.
3. ¿Cuáles son tus fortalezas, habilidades blandas y debilidades?
Hay que estar muy precavido para responder a esta pregunta, pero sobre todo ser sinceros. El reclutador espera medir si alguna de estas características sería de provecho para la compañía. Sí, incluso las debilidades son aprovechables, pero como todo cargo tiene un perfil profesional no se sabe si las de la persona con la que se conversa son las que se necesitan.
4. ¿Qué esperas obtener en (un periodo de tiempo específico)?
¿Cómo te ves en cinco años? ¿Qué esperas lograr con este empleo? Y otras preguntas más que se parecen a esta. Ser ambicioso no es malo, mientras no se le haga daño a otro, y con estas preguntas se busca comprobar el nivel de determinación que un individuo posee para lograr objetivos personales y que pueden beneficiar a su empleador.
5. ¿Por qué terminó tu última relación laboral?
Se puede decir que esta es una “trampa”, así que lo mejor es que no hables mal de la experiencia anterior; mucho menos del jefe. Así que mantén el enfoque en contar las experiencias positivas que tuviste, los aprendizajes y lo que esperas obtener con esta nueva oportunidad. Lo mejor es indicar la búsqueda de nuevas experiencia y crecimiento profesional.
En el caso de haber sido despedido del trabajo anterior, sé honesto con lo que haya provocado tal desenlace. Explica lo dispuesto que estás a implementar tu conocimiento en nuevos escenarios, ya que recibiste una lección que te servirá para el resto de tu vida.
6. ¿Cuánto deseas ganar si consigues el puesto?
Las pretensiones salariales son un clásico en las entrevistas, porque puede ser de doble filo. Hay montos que pueden ser irreales, los representantes de la empresa cuestionan este tema para poner a prueba al aspirante. Sobre todo, cómo es su reacción luego que le dan el que la empresa oferta.
Cuando un entrevistado da un rango de cifras ni muy por encima ni muy por debajo del valor real para su profesión, es tomado en cuenta en la mayoría de los casos. Con esto demuestra que desea mejorar el último sueldo percibido pero que no tiene intenciones de abusar del empresario.
En muchos casos el reclutador deja abierta la interrogante: ¿tienes alguna pregunta? Si esto sucede no te excedas en hacerle un cuestionario, aquí te dejamos seis opciones de preguntas para hacerle y que te harán lucir como un profesional:
1. ¿Quién sería el jefe inmediato?
Con este cuestionamiento dejarás ver que ya te sientes parte de la organización. Además, el reclutador entenderá que estás dispuesto a respetar la línea de mando y los niveles de autoridad. Justifica la pregunta con el hecho de que requieres información extra, tienes propuestas que presentar y deseas saber con quién debes comunicarte.
2. ¿Cuál es el siguiente paso después de la entrevista?
De igual modo, se entenderá que te sientes seguro dentro del proceso de selección y que quieres estar preparado para los siguientes pasos. Dependiendo de la respuesta que obtengas del directivo, arguméntale sobre lo que te motiva a continuar intentando formar parte de la organización.
3. ¿Hay posibilidades de crecimiento profesional?
Si te interesas por las posibilidades de crecimiento profesional no se les hará extraño; ya que ellos entienden el alto grado de competencia que existe hoy en día. Esto les va a enseñar que no eres un empleado conformista, que buscas evolucionar y que más allá de lo que significa un ascenso, quieres continuar creciendo formando parte de su personal.
4. ¿Puedo tener acceso a proyectos anteriores para presentar propuestas novedosas?
Si ya te sientes seguro de que la vacante te pertenece, busca aclarar las dudas sobre si podrás optar a revisar proyectos anteriores a tu llegada. Puntualiza que tu intención sería ver en qué se podrían mejorar las cosas o para presentar ideas más novedosas y funcionales.
5. Horario de trabajo y beneficios contractuales
Aunque seguramente lo mencionaron en algún momento de la entrevista, pregunta nuevamente por el horario y los beneficios. Siempre es necesario dejar claro que estás dispuesto a trabajar pero que existirán límites; así como tu interés porque tu trabajo se retribuya de forma justa.
6. ¿Cuál será el sueldo?
Sobre el salario hay un debate, “preguntar o no preguntar”. Sin embargo, mientras no se convierta en el tema central de la entrevista y se discuta en la parte final de la misma, no será problema. Lo importante es que sea justo para las responsabilidades que asumirías y obviamente que sea mejor que el anterior.
Definitivamente, hay tópicos que no pueden tocarse en una entrevista de trabajo como la religión, la orientación sexual, ideología política o el estado civil. Lo mismo para todas aquellas que indiquen algún tipo de exclusión o discriminación, que no vaya más allá de los requerimientos de experiencia y estudios para ejercer determinada función.
Lo más recomendable para ambos (reclutador y postulado) es que preparen con anterioridad sus preguntas y respuestas. Uno, porque debe representar la cultura de la empresa; y el otro, porque debe tomar en cuenta los aspectos que debe resaltar para ser visto como la mejor opción.
