Índice de contenidos:
31 de mayo | 2023
El tiempo que llevas trabajando en una misma empresa, la antigüedad laboral, te va otorgar ciertos derechos sobre todo en el cálculo de la indemnización por despido en caso de ser declarado improcedente y haber trabajado allí desde antes del 12 de febrero de 2012. Tus beneficios laborales por antigüedad deben estar recogidos en los convenios colectivos de tu empresa ya que el Estatuto de Trabajadores no dice nada al respecto.
Los pluses salariales por antigüedad están cada vez más en desuso (aunque sobreviven en el funcionarado) pero se deben tener en cuenta en caso de indemnización por despido. En este post te contamos cómo afecta tu antigüedad en la empresa a tus derechos laborales y cómo puedes calcularla de forma sencilla en caso de, por ejemplo, encadenamiento de contratos.
Sigue leyendo y repasa las 4 claves que deberías conocer sobre antigüedad laboral.
El cálculo de tiempo para la antigüedad laboral empieza a correr en el momento de la firma del contrato legal que inicia la relación entre empleado y empresa. La legislación laboral recoge cuatro tipo de contratos de trabajo: Indefinido; temporal; formación y aprendizaje; y prácticas.
La antigüedad es sumamente útil en el ámbito laboral. Primero, tiene especial incidencia durante el cálculo para indemnización por despido pero también para otros aspectos como movilidad geográfica y permisos.
Actualmente, no existe ningún artículo en el Estatuto de los Trabajadores que establezca las condiciones con las que deba gestionarse la antigüedad en el trabajo. Si estás interesado en conocer las condiciones con las que tu empresa la gestiona, debes referirte al convenio colectivo de dicha industria. Allí encontrarás los beneficios, términos y condiciones que se aplican a tales efectos.
No obstante, ya existe suficiente jurisprudencia que permite marcar líneas sobre la antigüedad laboral (cómo se aplica o, por ejemplo, sobre cuánto tiempo y desde cuándo empiezas a ganarla).
Cuando un contrato se extingue o se da un despido, cesa, por supuesto, el beneficio de la antigüedad en la empresa. Si la empresa vuelve a solicitar tus servicios después de haberte despedido o por fin de contrato, dependerá exclusivamente del tiempo entre la firma del antiguo y nuevo contrato para saber si la antigüedad laboral se mantiene o si sencillamente se ha perdido.
El problema es que la legislación laboral no especifica el tiempo que debe transcurrir entre contratos para que la antigüedad empiece a contar de nuevo. Solo la jurisprudencia tiene facultades para determinarlo. Los tribunales de trabajo han determinado que no hay interrupción del tiempo de antigüedad si la firma entre contratos se realiza en menos de un mes. Ahora bien, cuando hay diversos contratos firmados de manera sucesiva, el periodo se incrementa.
Si la interrupción de la antigüedad de trabajo se debe a un despido, el cálculo para concesión de una indemnización toma en cuenta sólo el tiempo trabajado; no el lapso entre los dos contratos.
Puedes calcular tu propia antigüedad laboral sin mucho esfuerzo. Lo primero que debes hacer es tener a mano la primera nómina o encontrar la fecha en la que la compañía para la que prestas servicios te incluyó en la Seguridad Social.
Es justo en ese momento cuando tu antigüedad como trabajador se empieza a tomar en cuenta. Si has comenzado a trabajar un 15 de julio de 2021, con seguridad habrás cumplido un año de trabajo el 15 de julio de 2022. Después de eso, seguirás sumando meses.
Hay varias cosas que debes saber sobre la antigüedad laboral:
1. Se cuenta cada uno de los contratos
Para realizar un cálculo efectivo de la antigüedad, la empresa para la que estás prestando tus servicios toma en cuenta todos los contratos que hayas firmado con ella, con independencia al tipo de acuerdo suscrito (temporal, en prácticas, etc.). Los únicos contratos que no se toman en cuenta para el cálculo son los de becarios.
2. La empresa sumará los contratos temporales que hayas suscrito con ella
Las empresas que hayan logrado la firma de varios contratos temporales están obligadas a computar el tiempo trabajado para el cálculo de la antigüedad. Todavía hoy hay empresas que suscriben este tipo de acuerdos, aun cuando la legislación ya los ha eliminado. Puede existir una excepción, si entre un contrato y otro de tipo temporal ha pasado un tiempo prolongado.
3. Cambios de grupos empresariales
Los cambios empresariales de las empresas no deben incidir en la antigüedad de los trabajadores. Por tanto:
- Si una compañía ha decidido trasladar a uno de sus empleados a otra sede, ciudad o grupo empresarial, la antigüedad debe prevalecer.
- Aun cuando haya una secesión empresarial, la antigüedad laboral debe prevalecer desde la primera compañía. Tampoco afectará este beneficio si la compañía ha experimentado un cambio de dueño o de accionistas.
4. Las bajas de carácter temporal
Las bajas temporales no son excusas para eliminar la antigüedad laboral de un trabajador, siempre que estén admitidas por la legislación. Estas bajas temporales pueden ser por embarazo, paternidad, maternidad o incapacidad temporal.
Generalmente, las nóminas establecen la antigüedad de un trabajador en una determinada compañía. Pero muchas veces, no es la adecuada, según el criterio del empleado. ¿Qué puedes hacer si la compañía se resiste a reconocerte el derecho? Interponer una demanda ante un tribunal. Puede suceder también que la antigüedad no haya sido correctamente tipificada en nómina, lo que no generaría ningún efecto. Si es el caso, entonces no hay nada de qué preocuparse… por lo menos de momento.