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03 de enero | 2023
Un niño materialista muestra un apego desmedido por las cosas. Desea cosas que tienen otros niños aunque no las necesite y utiliza el chantaje emocional (en forma de berrinches o pataletas) para conseguirlas. Los infantes no llegan hasta ahí por sí mismos ya que este comportamiento viene marcado por lo que observan en la escuela y la familia y, por supuesto, en los medios de comunicación.
Sí, los padres tienen gran responsabilidad de que sus hijos sean materialistas y se conviertan en seres poco empáticos. En este artículo encontrarás los aspectos más importantes que deben evitar los padres para no criar una niña materialista y cuáles son las señales que indican que nuestro hijo o hija lo es. Encuentra también aquí nuestros consejos para alejar a los niños del materialismo.
Continúa leyendo y evita que tus niños normalicen la cultura del materialismo siguiendo estas sencillas pautas.
No. Los niños no nacen materialistas. Esta doctrina filosófica, aunque es mucho más profunda, se reconoce por el amor a las cosas y resulta imposible que los bebés otorguen importancia a los bienes, el dinero o las propiedades. Ellos solo quieren dar y ofrecer amor, son los padres con sus conductas y valores errados que les inculcan ese tipo de comportamientos.
Muchas veces es un acto involuntario, pero situaciones como un simple “dame un abrazo y te doy un caramelo” es suficiente para mostrarles que debe recibir algo a cambio de una acción. Lo primordial es que comprendas que no debemos sustituir el afecto por objetos y abandonar la crianza amorosa y respetuosa.
Enséñales a los pequeños que ser feliz no tiene nada que ver con la posesión de bienes o dinero. De otro modo, estarás sentenciándolos a no conocer la verdadera felicidad y mucho menos disfrutarán sus logros ni los de los demás. Por lo tanto, tampoco respetarán los sentimientos de las personas que les rodeen.
Una lectura muy enriquecedora es el libro de David Buckinham: "La infancia materialista. Crecer en la cultura consumista", editado con el apoyo del Ministerio de Educación Cultura y Deportes de España. Un excelente material bibliográfico en el que se describe claramente cómo se construyen adolescentes consumistas, la influencia de los medios de comunicación y cómo afrontar estas realidades.
Un artículo escrito por especialistas peruanos, publicado por la Universidad de Piura, ofrece ejemplos con los que puedes llegar a determinar si tus hijos presentan conductas materialistas. Así, antes de avanzar, responde las siguientes interrogantes: ¿Tus pequeños te exigen juguetes, ropa, calzados o dispositivos electrónicos? ¿Hacen comentarios hirientes sobre el vestido o los bienes de los demás?
• La socialización de tus hijos con otros de su edad debe vigilarse permanentemente. ¿Por qué? Porque si ellos se enfrentan solos al mundo se corre peligro de que comiencen a compararse con los demás. Así es cómo empiezan a darse cuenta de lo que otros tienen, y que él o ella no. Si no se les corrige cuando observamos que desean las cosas ajenas, se gestará un envidioso.
• Al darle todo a manos llenas, pensará que “tener todo” es su derecho. Por lo tanto, no cuidará los límites de sus actos; por ejemplo, comenzará a faltarle el respeto a sus mayores y te desobedecerá sin remordimientos. Si tu hijo tiene berrinches e intenta manipularte para obtener algún beneficio, estás en presencia de un niño materialista.
• Algunas veces la falta de amor propio se esconde detrás de lujos y excentricidades. En los jóvenes, la necesidad imperiosa de ser aceptados por los demás o encajar en un grupo específico, que generalmente son personas que gozan de popularidad o mayor poder adquisitivo, les hace caer en el materialismo.
Como los anteriores, hay otros signos que nos pueden alertar para iniciar un cambio de conducta. Sobre todo, si eres de los padres que con o sin intención cometen errores como:
• El niño llora y en vez de abrazarlo le das un juguete, dulces o tu móvil cuando deberías cogerle en brazos, consolarle y preguntarle qué le pasa.
• Tu ritmo de trabajo no permite que le dediques el tiempo suficiente y utilizas los obsequios para resarcir esa falta.
• Cuando les castigas, los alejas de las cosas con las que se entretiene. Eso le envía un mensaje equivocado pues pensará que su felicidad está en las cosas que le privas.
• Le compras todo lo que desea, sin precisar si es realmente necesario o útil. A veces solo piden cosas para estar a la moda o porque alguien más lo tiene.
Son muchos los criterios que debes seguir para que tus chicos no se conviertan en seres interesados y caprichosos. Por ejemplo, no olvides que el cariño de los niños se gana con tus acciones, no comprándolos con premios. Recuerda, el cambio empieza por los padres. Pon en práctica los siguientes consejos:
• El consejo principal es NO sobornarlo para que tenga buen comportamiento, cumpla con sus deberes u otras cosas. Cuando tienes como base de la crianza el sistema de premios y recompensas, estás incentivando al materialismo. Ellos deben entender que sus acciones traen consecuencias y que tendrán que asumirlas.
• Cambiar los hábitos de la familia para planificar momentos de calidad en los que los padres acompañen sus actividades recreativas y de esparcimiento. Reunirse alrededor de la lectura, el deporte en equipos, ver una película o un paseo en el parque es una gran ocasión para fortalecer los lazos.
• Sin duda alguna, se debe limitar y vigilar el uso de la televisión, las redes sociales y los dispositivos electrónicos. Darles acceso a contenidos que además de educativos, sean entretenidos. Pero al mismo tiempo, evitar que su uso se extienda durante horas alejándolo de otras cosas.
• No es lo mismo comprar algo que se necesita, a comprar lo que se quiera. Hay cosas que se necesitan y no se quieren pero las que más deben preocupar son las que se quieren y no se necesitan. ¿Parece un trabalenguas? Sí. No se les puede complacer con todo lo que pidan, antes de hacerlo pregúntale si realmente lo requiere.
• Enséñales a mostrar gratitud por las cosas que poseen así como a ser generoso con los demás. Educa con el ejemplo, amabilidad, respeto, espíritu colaborativo y ganas de compartir. De este modo, apreciará más a sus semejantes.
El director del Centro de Psicología Alberto Soler en Valencia (España) publicó una píldora con consejos sobre este tema en el vídeo: Niños materialistas ¿Les hemos hecho así? disponible en Youtube. En este canal, expone una serie de recomendaciones para que los padres no terminen por convertir a sus hijos en personas materialistas.