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04 de noviembre | 2022
Todavía existen malentendidos sobre a qué nos referimos con clases híbridas. Para algunos, supone una mezcla del modelo tradicional y presencial con clases a distancia a través de las tecnologías de la comunicación. Otros ven en la educación híbrida una forma de darle al alumno un papel más activo frente al clásico papel protagonista del profesor.
No se trata únicamente de que las clases sean o no presenciales. Lo importante es establecer un currículo o plan de estudios híbrido que se base en actividades y métodos de evaluación novedosos. Se busca el desarrollo de nuevas competencias que incentiven la participación y cooperación entre los alumnos. Todo parece indicar que ese será el más próximo futuro en el terreno educativo.
Te explicamos aquí el papel del profesor en este nuevo modelo híbrido y te presentamos 4 métodos que otorgan mayor responsabiliad a tu hijo o alumno en su progreso educativo.
Cuando se habla de clases híbridas, el concepto más básico es aquel que indica que se refiere al modelo educativo que combina lo presencial con la enseñanza a distancia, gracias al aprovechamiento de las Tecnologías de Información y Comunicación (TIC). No obstante, investigando a profundidad nos encontramos con autores que señalan que esta conceptualización tiende a ser incorrecta.
La educación híbrida está basada medularmente en el uso de los medios digitales y el aprovechamiento de las multiplataformas existentes. Además, sería incorrecto categorizarla como semipresencial porque en este tipo de proceso el grado de intervención de las TIC va a depender de los objetivos planteados por el docente, la materia y el contenido.
En este sentido, este nuevo modelo de educación ampliamente estudiado implica la construcción de un currículo híbrido, según una investigación hecha por la Unión de Universidades de América Latina y el Caribe. Por lo tanto, las competencias, actividades, prácticas, objetivos y métodos de evaluación son novedosos. De esta manera, los esquemas de planificación están adaptados a la participación y los avances individuales aunque promuevan la cooperación entre los alumnos.
El docente asume un rol diferente dentro del modelo híbrido, pues antes que nada, deben lograr el equilibrio perfecto entre los alumnos que están en el aula y los que están desde casa. Motivo por el cual, es vital que exista una formación previa de los docentes sobre cómo impartir una clase híbrida además de recibir actualizaciones sobre técnicas pedagógicas e instrucciones técnicas.
Servir como un orientador que ofrezca a su grupo experiencias de aprendizaje que vayan más allá del aula, será la tarea principal del educador. Sin embargo, esto no significa que las aulas vayan a desaparecer. Es necesario que existan espacios adecuados para el proceso de enseñanza, que se verán reforzados con las herramientas digitales. De este modo, se tendrán que ofrecer a los alumnos las oportunidades para avanzar a su propio ritmo.
En resumen, en las clases híbridas el maestro se mantendrá evaluando de forma continua, procurando que cada una de ellas sea formativa y participativa. Por eso, los criterios, ponderación, técnicas e instrumentos deben estar claros. Así pues, la comunicación debe ser efectiva, puesto que habrá actividades que pudieran influir en la calificación final. ¡Ya sabes, brinda a tus alumnos la oportunidad de aprender de sus errores y corregirlos!
Para ayudarte a comprender mejor cómo planificar y el uso de los diferentes recursos y herramientas, la Universidad de Granada pone a tu disposición el Centro de Producción de Recursos para la Universidad Digital (Ceprud). En este sitio web encontrarás orientaciones metodológicas muy completas que te ayudarán en la transición hacia el futuro de la educación.
Como ya te habíamos mencionado, la tecnología juega un gran papel en el aprendizaje hibrido, tal como lo aplica la innovación educativa. El aprovechamiento de los recursos en función de la clase y que los alumnos reciban el mensaje, es primordial. Es así como el profesor debe estar plenamente familiarizado con el equipamiento y las aplicaciones como los ordenadores, cámaras y micrófonos o Google Meet, Zoom u otros programas online.
Por otra parte, el currículo híbrido permite trabajar con metodologías en las que el estudiante sea el principal responsable de su progreso. Esto implica que su aprendizaje va a depender de su compromiso y dedicación. Cuanto más grande sean estos, más profundo y significativo será lo que se asimile. Aquí te dejamos algunas recomendaciones para que tomes en cuenta:
El uso de Flipped classroom o Clase invertida permite la transferencia de algunos trabajos fuera del aula de clase (digital o presencial). De esta manera, en el momento del encuentro se aprovechará el tiempo para el debate, el intercambio de ideas, resolver las dudas e incluso brindar asesoría. En este caso, el educador se apoya en plataformas electrónicas o materiales audiovisuales.
La corresponsabilidad y la interacción entre los estudiantes, acompañado del uso de TIC, refuerza la formación de diferentes maneras. Es ideal para la modalidad híbrida, ya que se fomentan los trabajos grupales en espacios virtuales donde a través de la cooperación se adquieren conocimientos y se resuelven las evaluaciones. Por lo tanto, la calificación será responsabilidad de todos.
3. Gamificación
El uso de juegos, competencias y dinámicas para generar experiencias de aprendizaje y motivar a los participantes es el objetivo de la técnica de gamificación. Debido a que ofrece diferentes niveles de progreso, promueve el trabajo en equipo y presenta determinados elementos que aportan dificultad, las pruebas tienen un alto contenido interactivo.
4. Aprendizaje Basado en Proyectos (ABP)
El éxito del proyecto en equipo marcará la resolución de un problema. Con esta estrategia se diseñan tareas conjuntas, con las que mediante la investigación los alumnos trabajan de manera autónoma. El contacto con la realidad de la problemática a estudiar genera una doble enseñanza, lo académico y lo humano, haciendo la educación activa y centrada en el “aprender haciendo”.
Se dice que las clases híbridas son el futuro de la educación porque vienen acompañadas de una gran flexibilidad. Dicho en otras palabras, serán principalmente las necesidades de aprendizaje las que marquen el rumbo para ese año escolar. El ejemplo más evidente es la situación mundial a causa de la pandemia y el regreso a las escuelas en el marco de la “nueva normalidad”. Para ello, es necesario hacer una comparación entre ambos modelos.
Es decir, la reactivación del sistema educativo guardando las restricciones de bioseguridad, no permite la aplicación del modelo tradicional. Esto se debe a que la interacción social que éste exige, hace imposible su empleo por razones sanitarias. Migrar de manera definitiva a las clases híbridas prepararía a la sociedad para situaciones naturales futuras que obliguen a interrumpir la asistencia a las escuelas.
Las limitaciones que pueden presentarse para que la educación híbrida se consolide como la modalidad principal se basan de manera esencial en la gran brecha social que existe a escala mundial. El acceso a la educación en sí misma está minado por la desigualdad y el incluir el uso de los medios electrónicos de manera obligatoria haría imposible que las personas de estratos más bajos puedan estudiar.
Si eres docente inicia tu preparación en función de los cambios que la dinámica mundial está generando en el sistema educativo. La necesidad de transformación marca el proceso de la sociedad. Las clases híbridas surgieron por una coyuntura específica pero han llegado para quedarse e instaurarse como la metodología de cabecera en todas las etapas y formas de enseñanza.
