Cómo enfrentarse a un cambio de colegio tras una mudanza

Mudanza y cambio de colegio. ¿Juntos o separados?

Tanto padres como madres deben ser conscientes que mudanza y cambio de colegio son dos procesos diferentes. Cada uno de ellos necesita sus propios tiempos para cerrar el ciclo y adaptarse a lo nuevo. Dependiendo de la edad del niño, no es recomendable que ambas noticias lleguen juntas, así que trátenlas por separado.

1. Primero, el nuevo domicilio

Involucren al niño desde el primer momento de la decisión, de este modo irá digiriendo lo que está por pasar. Por ejemplo, los niños hasta los dos años poseen rutinas muy marcadas dentro de la casa, lavarse los dientes, comer, bañarse y dormir, no es igual en un lugar que en otro. Mientras que desde los tres deciden si están cómodos o no en algún sitio.

Sin duda alguna su conducta se verá afectada, así que ten en cuenta que el nuevo lugar debe agradarles. Llévenlos con ustedes, pregúntenles si les gusta y estudien sus reacciones. Obviamente, esto no quiere decir que ellos son los que deciden, sólo que tienen participación. De igual modo, recuerda que aunque les guste la nueva casa habrá un momento de duelo.

Es muy importante que no se les haga sentir que su antigua vida en el vecindario anterior, no volverá. Siempre se puede visitar y permanecer en contacto por teléfono o videollamadas. Reitérale que no tendrá que olvidarse de sus familiares, vecinos y amigos, pues, aunque con menos frecuencia, sí volverán a verse.

2. Segundo, el nuevo colegio

“Superada” la mudanza debes aplicar la misma dinámica con el nuevo colegio. A los niños mayores a cuatro años les es más difícil socializar, por lo que la primera recomendación es no dejarlos solos en los primeros días. Ser “el nuevo” no es fácil, así que acompáñale en su primer día y espéralo al sonar la campana.

Al igual que la casa nueva, llévenlo antes para que conozca el colegio, el aula y hasta el docente. Puede ser muy impactante llegar el primer día, como representante del pequeño hazle saber a los profesores que estarás vigilante a su proceso de adaptación. Como dinámica preparen el primer día de colegio, juntos con anterioridad.

Por otro lado, las costumbres y horarios en torno a los estudios deben mantenerse, sobre todo en los primeros días de clases. Seguir yendo a la cama a la misma hora, lo mismo que la cena, las actividades extracurriculares, etc.

¿Cuándo es el mejor momento para comenzar en otra escuela?

Siempre será mejor que la mudanza y el nuevo de colegio se den después de culminar el año escolar. Los muchachos tendrán tiempo para meditar y tú podrás utilizar sus vacaciones para ayudarlos a comprender. Además, les permite despedirse de sus compañeros y profesores. Asimismo, podrán informarse acerca de la nueva institución y despertar su interés para que vaya interesándose más en su nuevo destino.

Es mejor dosificar el momento de comunicarles el cambio de colegio sin crear mayor drama ni mentirles. Recuerden el papel que juega la edad y la madurez por lo que lo más aconsejable es explicar el porqué de la decisión en un lenguaje claro y sencillo. Ahora bien, si los cambios ocurren de forma intempestiva, se debe forzar todo al mismo tiempo, haciendo el mensaje más complicado de entender.

Si debes interrumpir el curso, ten presente que le será doblemente difícil adaptarse. En ese caso, ubica a un profesor, un tutor o asesor que acompañe a tu hijo para nivelarlo con el grupo. Acompáñalo a explorar el instituto y preocúpate por conocer cómo funciona, de este modo tendrás siempre un buen consejo para llevar la situación.

Paciencia, apoyo y respeto para una adaptación sin traumas

Los adultos deben mantener la calma sin importar los sentimientos que cause en ellos mudarse, aún más delante de los niños. Si les transmiten a sus hijos el nerviosismo o la ansiedad que les ocasiona esta novedad, ellos también crearán resistencia. Por lo tanto, la calma y la paciencia deben estar presentes en todo momento para afrontar el cambio.

Ahora bien, en su mente se crearán muchas interrogantes que tendrás que responder, así que procura que lo que contestes sea de la manera más positiva. Es deber de los padres explicarles todo lo que pase, por ejemplo, la distancia que hay entre un lugar y otro o las nuevas personas que conocerá y que se convertirán en sus amigos.

Los adolescentes siempre serán los más difíciles, pero la comunicación será la clave para que acepten este giro en sus vidas. Ayúdale a disfrutar el cambio y muéstrale técnicas para hacer nuevas amistades, incítale a que asista a eventos sociales para que conozca a gente que comparta sus intereses y no dejes que se refugie en su móvil.

Es necesario que los chicos perciban esta nueva escuela como una gran oportunidad. En otras palabras, se convierte en la mejor ocasión para mostrarse cómo es. Si tu hijo es tímido, tendrás que trabajar el doble este aspecto, así que tendrás que activarte en las actividades de la escuela con gran entusiasmo para que se motive.

3 consejos sencillos para afrontar los cambios de casa y de colegio

Finalmente, les dejamos 3 recomendaciones puntuales para hacerle frente al cambio de colegio como consecuencia de una mudanza:

1) Al llegar intenten acudir a espacios de convivencia como parques, zonas recreativas y deportivas o centros comunitarios, conozcan nuevas personas y familias. Con seguridad, tendrán niños que asistan al centro educativo que escogiste.

2) Su vida no se limitará al instituto, así que busquen actividades complementarias, tal vez un curso, la práctica de algún deporte o instrumento musical. Ellos deben seguir divirtiéndose y también ampliarán su círculo de amigos.

3) No te crees expectativas que tu hijo no podrá cumplir. Respeten sus tiempos, el proceso para hacer amigos no es igual, más bien no dejen de prestar atención a cómo se sienten, qué están aprendiendo o qué necesitan. Eso sí, no sean invasivos. Responde a todas sus preguntas, la veces que ellos deseen tocar el tema. No querrán tener dudas, temores o inseguridades.