Cómo funciona el SMAC y la conciliación laboral

25 de noviembre | 2025

Introducción

El Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación (SMAC) es el organismo encargado de intentar que trabajadores y empresas resuelvan sus conflictos laborales sin tener que acudir a juicio. A través de este servicio gratuito, ambas partes pueden negociar acuerdos sobre despidos, sanciones o reclamaciones de salario de manera sencilla. Su objetivo principal es fomentar el acuerdo y evitar así procesos judiciales largos y costosos.

En este artículo te explicamos qué es el SMAC, cuándo debes acudir, cómo funciona el procedimiento paso a paso y 6 consejos prácticos para aprovechar al máximo la conciliación. Comprender su funcionamiento te ahorrará tiempo, preocupaciones y posibles errores. Muchas personas se enfrentan a, por ejemplo, despidos o impagos sin saber que deben pasar primero por este trámite obligatorio antes de demandar ante un juzgado.

Esta guía completa sobre conciliación laboral te ayudará a proteger tus derechos laborales mientras mantienes una buena relación profesional.

Índice de contenidos:

  1. ¿Qué es el SMAC y cuál es su función principal?
  2. Cuándo y por qué acudir al SMAC
  3. El procedimiento paso a paso
  4. Resultados posibles del acto de conciliación
  5. Relación entre el SMAC y la conciliación laboral
  6. Consejos prácticos y errores comunes
 

¿Qué es el SMAC y cuál es su función principal?

El SMAC (Servicio de Mediación, Arbitraje y Conciliación) es un órgano administrativo dependiente de las Consejerías de Trabajo de cada comunidad autónoma. Su principal función es ofrecer un espacio neutral donde empresas y trabajadores puedan intentar resolver sus diferencias antes de ir a juicio. Este servicio actúa como mediador, facilitando el diálogo y ayudando a las partes a encontrar una solución pactada. 

En la mayoría de los conflictos laborales, especialmente los que implican despidos o reclamaciones de cantidades, pasar por el SMAC es un requisito previo antes de presentar una demanda judicial. El procedimiento es gratuito, rápido (suele durar menos de un mes) y menos formal que un juicio. Su propósito es que las partes lleguen a un acuerdo voluntario. Si se logra, el documento que se firma tiene efectos legales vinculantes, como si fuera una sentencia judicial.

 

Cuándo y por qué acudir al SMAC

Acudir al SMAC es obligatorio en muchos casos antes de presentar una demanda ante los Juzgados de lo Social. La ley exige esta conciliación previa en la mayoría de conflictos laborales, salvo algunas excepciones muy concretas (por ejemplo, en casos de Seguridad Social o conflictos colectivos). Los casos más frecuentes en los que se recurre al SMAC son:

  - Despidos: cuando un trabajador no está conforme con la decisión de la empresa o con la indemnización ofrecida.

  - Reclamaciones de cantidad: si la empresa debe salarios, pagas extras, horas extra o finiquitos.

  - Sanciones disciplinarias: cuando el trabajador considera que ha sido sancionado injustamente.

  - Modificaciones sustanciales de las condiciones de trabajo, traslados o reducciones de jornada.

El principal motivo para acudir al SMAC es que puede resolverse el conflicto sin llegar a juicio, lo que supone un ahorro de tiempo, dinero y estrés para ambas partes.

 

El procedimiento paso a paso

El funcionamiento del SMAC es sencillo, aunque conviene conocer las 4 fases principales para no cometer errores:

1) Presentación de la papeleta de conciliación

Todo comienza con la presentación de una papeleta de conciliación. Es un formulario que puede descargarse en la web del servicio correspondiente o rellenarse presencialmente. En ella deben figurar los datos del trabajador y de la empresa, una breve descripción de los hechos y lo que se reclama (por ejemplo, 'impugnación de despido' o 'reclamación de cantidad').

2) Admisión y citación

Una vez presentada, el SMAC fija una fecha y hora para el acto de conciliación, al que deben acudir ambas partes. Normalmente la citación llega en pocos días o semanas, dependiendo de la carga de trabajo del servicio.

3) Acto de conciliación

Ese día, las partes se reúnen ante un letrado conciliador, que actúa como mediador. Su papel no es decidir, sino favorecer un acuerdo. Si ambas partes aceptan las condiciones, se redacta un acta con avenencia. Si no hay acuerdo, se deja constancia en un acta sin avenencia.

4) Firma del acta

El acta con avenencia tiene efecto de cosa juzgada: es un acuerdo firme y obligatorio. Si una parte incumple, puede exigirse su cumplimiento judicialmente.

 

Resultados posibles del acto de conciliación

En el SMAC pueden darse 3 resultados principales:

  1) Con avenencia (con acuerdo)Ambas partes llegan a un entendimiento. En este caso, se firma un acta con avenencia, que tiene el mismo valor que una sentencia.

  2) Sin avenencia (sin acuerdo)No se logra consenso. Se deja constancia en el acta y el trabajador puede entonces presentar demanda ante el juzgado de lo social. Este documento será necesario para continuar el proceso judicial.

  3) IncomparecenciaSi alguna de las partes no acude al acto sin justificación, también se deja constancia en el acta. Si es la empresa la que no comparece, el trabajador igualmente puede presentar su demanda. Si es el trabajador quien no asiste, se archiva el procedimiento.

En cualquier caso, el SMAC no obliga a aceptar acuerdos, sólo los facilita. Por ello, incluso cuando no hay avenencia, su paso es esencial porque deja constancia formal del intento de conciliación. Además, en muchos casos, aunque no se llegue a un acuerdo ese día, las negociaciones pueden continuar posteriormente, gracias al ambiente de diálogo que el SMAC ayuda a generar.

 

Relación entre el SMAC y la conciliación laboral

Aunque muchas veces se usan como sinónimos, SMAC y conciliación laboral no son exactamente lo mismo. El SMAC es el organismo o servicio que gestiona los actos de conciliación, mientras que la conciliación laboral es el proceso en sí de intentar llegar a un acuerdo entre trabajador y empresa. El SMAC actúa en el ámbito administrativo, antes de que el conflicto llegue a los tribunales.

La conciliación laboral, en general, busca reducir la conflictividad, fomentar la comunicación y dar soluciones más humanas a los problemas laborales. Gracias a este proceso, miles de casos se resuelven cada año sin necesidad de juicio, lo que beneficia al trabajador, a la empresa y al propio sistema judicial.

 

Consejos prácticos y errores comunes

Aunque el procedimiento del SMAC es sencillo, conviene tener en cuenta estas 6 útiles recomendaciones para evitar contratiempos y aumentar las posibilidades de éxito:

  1) Rellena correctamente la papeleta de conciliación. Incluye todos los datos y conceptos reclamados. Si omites alguno, después no podrás incluirlo en la demanda.

  2) Aporta la documentación necesaria. Lleva contigo contrato, nóminas, cartas de despido o cualquier otro documento que respalde tu reclamación.

  3) Acude con asesoramiento. Aunque no es obligatorio, contar con un abogado o graduado social especializado puede ayudarte a negociar mejor y evitar errores formales.

  4) Escucha y negocia. No veas el acto como un enfrentamiento, sino como una oportunidad para encontrar una solución justa y rápida.

  5) Sé puntual y respetuoso. La impresión que das en el acto también puede influir en la disposición de la otra parte para llegar a un acuerdo.

  6) No te precipites al firmar. Si alcanzas un acuerdo, asegúrate de entender bien todas las condiciones antes de firmar el acta.

Errores frecuentes son: no acudir a la cita, no detallar correctamente las reclamaciones o pensar que el SMAC decidirá el resultado. Recuerda: su función es mediar, no juzgar.

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