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28 de junio | 2023
El estrés crónico en el trabajo es una de las principales causas del agotamiento laboral ('síndrome de burnout'). Seguro que en algún momento hemos sido testigos de ello con alguno de nuestros compañeros, o, desgraciadamente, nos ha sucedido a nosotros mismos. Los efectos del agotamiento en el trabajo son tanto físico como mentales y se manifiestan en forma de cansancio, elevadas dosis de escepticismo y escasa productividad.
Encuentra en este post cuáles son los síntomas físicos más claros de que podrías estar sufriendo algún tipo de desgaste laboral: dolores musculares, embotamiento o picazón en los ojos, entre otros muchos. Además, te presentamos aquí 5 eficaces remedios para recuperarte de los tres tipos de agotamiento laboral (físico, mental o sicológico).
Recupera el rendimiento e ilusión en tu trabajo combatiendo así el cansancio y desgaste laboral.
La fatiga laboral es el cansancio que siente el trabajador en su puesto de trabajo o al finalizar su jornada laboral. Se manifiesta con una sensación de gran debilidad, acompañada de molestias e incapacidad para la relajación. Puede representar un problema grave cuando la persona está sometida a una carga excesiva de trabajo o a niveles altos de estrés.
Algunas características del agotamiento por el trabajo son:
- Se reduce la capacidad para responder a cualquier tarea.
- El cansancio laboral afecta al trabajador tanto sicológica como físicamente.
- No permite una recuperación rápida y efectiva.
- La fatiga laboral se puede hacer crónica.
Las empresas deben desarrollar estrategias que permitan reducir el nivel de cansancio de sus trabajadores con el fin de evitar su exposición a estos tipos de agotamiento laboral:
1. Agotamiento físico
Consecuencia de un esfuerzo excesivo durante el cumplimiento de las tareas. Se pueden dar tensiones musculares dinámicas, repetitivas y estáticas. El agotamiento físico es común en áreas donde los jefes exigen de más a los empleados. Si el problema se hace crónico, no solamente afectará al músculo que interviene en una actividad sino a otros músculos del cuerpo e, incluso, al sistema nervioso.
2. Agotamiento mental
Es mucho más común en personas que permanecen estáticos en los espacios de trabajo. Mantenerte en una posición durante mucho tiempo puede pasarte factura. Se da en puestos que exigen mayor actividad mental y tener las funciones cognitivas al máximo. Puede desencadenar un profundo estrés que podría generar trastornos musculares.
3. Fatiga emocional
Seguramente has escuchado hablar del síndrome del trabajador quemado ('Burnout'). Esta manifestación de fatiga emocional es propia de aquellos que trabajan de cara al público y que están expuestos, por ejemplo, a clientes, pacientes o estudiantes. Un síntoma de fatiga emocional es una actitud cínica por parte del trabajador, hundido en sus frustraciones emocionales.
Si crees padecer alguna forma de agotamiento laboral, pon en práctica estas acciones y remedios eficaces:
1. Ginseng
Es un remedio sumamente efectivo en la medicina china tradicional, con propiedades contra la fatiga muy probadas. El ginseng asiático y americano ha sido utilizado con éxito para tratar el cansancio en personas con problemas agudos. Por eso se recomienda especialmente para combatir eficazmente el agotamiento producido por exceso de trabajo.
2. Aromaterapia
Ubica en tu oficina algunos objetos que desprenden aromas. Van a reducir los niveles de estrés y ansiedad laboral y, además, puedes adquirirlos fácilmente en cualquier tienda. Los más recomendados son aquellos con olor a manzanilla, rosas y eucalipto. Estos olores proporcionan una sensación de extrema relajación que te ayudará a completar tus tareas adecuadamente.
3. Hierro
La falta de hierro es la principal causa de anemia, un trastorno que produce un sentimiento de gran agotamiento físico. Si te sucede, acude al médico. Seguramente te recomendará comidas ricas en hierro como huevos, hígado, carnes rojas y legumbres. Si el asunto es grave, puede recetarte suplementos alimenticios.
4. Vitamina B12
Si, cuando sales del trabajo, te sientes agotado, sin energía, la vitamina B12 te puede ayudar. Encontrarás esta vitamina en comidas de origen animal como huevos, leche, carnes rojas, aves, pescados o hígado, entre otros. Mantén una dieta rica en vitamina B12 para contrarrestar los efectos de la fatiga.
5. Aceite de menta
Los aceites esenciales también han demostrado ser efectivos para reducir la fatiga después de un duro día. El aceite de menta incrementará tu nivel de energía. Su aplicación es sencilla: coloca un par de gotas en un pañuelo, llévatelo a las fosas nasales y aspira. Añade también dos gotas de aceite de menta al agua de la bañera, más otras dos gotas de aceite de romero, y disfruta de un baño reconstituyente.
Ejercitar el cuerpo reducirá tus niveles de estrés. Los expertos recomiendan dedicar al menos 30 minutos al ejercicio físico. Además de mejorar tus niveles de energía, te ayudará a dormir mucho mejor, tendrás mayor vigor al día siguiente y podrás desempeñar tus tareas eficazmente.
Otras recomendaciones para reducir la fatiga en la oficina es escuchar la música que más te gusta, conversar sobre temas interesantes o leer un buen libro. Desconectarte entre 5 y 10 minutos de las tareas de oficina resulta también una buena opción cotidiana si te sientes estresado.