Esto puedes hacer si tu hijo es altamente sensible (NAS)

10 de marzo | 2023

Introducción

La sicóloga estadounidense Elaine Aron es la responsable de acuñar el término de alta sensibilidad como rasgo de la personalidad. Los Niños Altamente Sensibles (NAS) se caracterizan por ser muy receptivos a los estímulos del entorno, tanto que puede incluso dañar sus emociones. Los NAS muestran gran empatía, creatividad, intuición o inteligencia. Son también perfeccionistas y, por tanto, se frustran con frecuencia.

En este post te explicamos brevemente cuáles son las características de los niños altamente sensibles. Una vez que has identificado al menor como NAS, te dejamos unas claves que le podrán ayudar en su convivencia con otros niños y adultos: empieza por amarle sin condiciones ni juicios y anímale a mostrar sus sentimientos o a perdonar a los demás.  

Sigue leyendo y haz que tu hijo o alumna aproveche su sensibilidad e intensidad en un entorno de convivencia sano y sin prejuicios.

Índice de contenidos:

  1. ¿Qué es un Niño Altamente Sensible (NAS)?
  2. Características de los niños altamente sensibles
  3. Cómo ayudar a tu niño altamente sensible
 

¿Qué es un Niño Altamente Sensible (NAS)?

Los Niños Altamente Sensibles (NAS) experimentan emociones con más intensidad que el resto. Se caracterizan por ser profundamente empáticos, analíticos y por reaccionar con fuerza a estímulos sensoriales. Si bien disfrutan mucho de experiencias positivas (juegos, series o estar en grupo), las situaciones negativas les afectan más que al resto. Para ellos, reñirles o castigarlos es mucho peor que para un niño normal.

Se trata de un rasgo de personalidad que afecta del 15% al 20% de la población y se hace visible en los primeros años de vida. De hecho, se nace con esa característica que se irá desarrollando durante el crecimiento. 

La psicóloga estadounidense Elaine Aron fue la primera en hablar sobre la “alta sensibilidad”. Originalmente se consideraba que las personas con este rasgo de personalidad eran tímidos, pero las investigaciones determinaron que se trata de personas mucho más conscientes de lo que les rodea. Si bien podría considerarse como un rasgo positivo, pues se trata de personas profundamente reflexivas, pensativas, empáticas, inteligentes, intuitivas y atentas, también suelen agobiarse ante tanta estimulación.

 

Características de los niños altamente sensibles

La psicóloga infantil Úrsula Perona es la autora de NAS: Niños Altamente SENSIBLES en el que manifiesta que este rasgo de personalidad se ve desde el nacimiento como explica en este vídeo de YouTube. Los NAS son pequeños con fineza sensorial que se alteran si están rodeados de mucha gente, se despiertan al mínimo ruido y están muy apegados a sus madres. Asimismo, son niños muy irritables.

Más allá de esto, la autora enumera una serie de características presentes en todos los niños altamente sensibles:

1. Timidez

Aunque realmente no se trata de timidez sino de su incapacidad de adaptarse rápidamente a cambios de escenarios, situaciones, entornos y la introducción de nuevas personas. Se integran poco a poco, por lo que se suele pensar que son tímidos, pero realmente se trata de un proceso de adaptación a la nueva información que está recibiendo. Más que timidez, es una muestra de estrés.

2. Madurez

Los niños altamente sensibles se sienten a gusto cuando están rodeados de personas adultas. En este ambiente se sienten menos juzgados y pueden mostrar su hipersensibilidad y raciocinio sin problemas. 

3. Quisquillosos

Los niños altamente sensibles son excesivamente sensibles. Verás que se trata de niños que se quejan por la textura de la ropa, por estar sucios o por el roce de los zapatos. Al ignorar lo que ocurre, tienden a ser señalados como quisquillosos o quejumbrosos, pero lo cierto es que realmente sienten que esas pequeñas cosas les molestan. 

Se trata de pequeños con sentidos muy agudos y empáticos, capaces de percibir las emociones de quienes les rodean. 

4. Susceptibles

Este tipo de niños aman las rutinas y el mínimo cambio les molesta. Verás que hacen muchas preguntas porque necesitan conocer todos los detalles para sentirse seguros. 

5. Soledad

Abrumados ante todo lo que ocurre a su alrededor, los niños altamente sensibles necesitan tiempo a solas para estar en calma y recobrar el equilibrio emocional.

6. Perfeccionistas

Los NAS se exigen demasiado (lo que puede causar estrés y ansiedad) y minan su autoestima cuando no obtienen los resultados esperados.

 

Cómo ayudar a tu niño altamente sensible

Los expertos utilizan dos estrategias apuntadas por la psicóloga Inmaculada Abad para ayudar a los niños altamente sensibles. La profesional sugiere:

Limitar el uso de las pantallas: Un consejo para los niños en general, pero en el que hay que enfatizar ante la presencia de un NAS. Siendo altamente empáticos, las noticias y la información que reciben les afectan más que al resto.

Cuidar los estímulos ambientales: Situaciones normales como el ruido del recreo, la textura de la ropa o los fuegos artificiales los sobreestimula. Intenta protegerlos. 

Pero estas no son las únicas estrategias que podemos emplear en casa para ayudar a un NAS. También puedes:

Escuchar y comprender: Otro rasgo fundamental para todos los niños que debes enfatizar ante un niño altamente sensible. Ellos requieren mucha más atención para desarrollar su personalidad.

Entender que no puedes mantenerlo en una caja de cristal: Sí, debes prestar atención a su entorno, pero no puedes meterlo en una burbuja. Estos niños deben comprender su entorno e intentar adaptarse a él. Escucha, aconseja, brinda apoyo, pero no les niegues las oportunidades de experimentar. 

Enseñarles a perdonar: No todos comprenderán la condición de tu hijo y, de hecho, no todos tienen por qué saberlo. Constantemente se enfrentarán a los comentarios negativos de terceros, por lo que es fundamental que los enseñes a pasar página y comprender a los demás. 

Ser comprensiva: Al sentir todo en exceso, los NAS necesitan de tu comprensión. Puede ser cansado y frustrante a veces, pero debes mostrarle tanta empatía como ellos tienen. Entiéndelos. Ofréceles tus brazos siempre. 

No les reproches: Como hablamos en el punto anterior, estos niños necesitan comprensión y no rechazo. Hazlo verbalmente diciendo “comprendo que te sientas de esta manera” en lugar de reñirle por un comportamiento que no comprendes.

Respeta su soledad: Comprende que les gusta estar solos, que necesitan un momento para “recargar sus baterías” ante tanto estímulo externo. Déjalos ser y estar solos. La soledad no es mala. 

Acepta cuando no se sienta bien: Los NAS tienen derecho a expresarse y a sentirse tal como se sienten. Escucha y reafirma sus sentimientos. Los harás sentir mejor.

Enséñalo a lidiar con sus sentimientos: Ponle nombre a sus sentimientos. Hazle saber cómo se llama lo que pasa dentro de él. Deja que se exprese cuando se siente mal, que diga por qué está triste o enfadado. Indaga qué le ocurre. Dale tiempo para comprenderse a sí mismo. 

Busca ayuda profesional: Infórmate constantemente, Actualiza tus conocimientos. Pero no dejes de lado la importancia de ir a terapia con un psicólogo infantil. Después de todo, se trata de algo que te afecta a ti y a tu niño y este profesional te ayudará a comprender qué ocurre con tu pequeño y a cómo manejarlo. 

Confía en tu instinto: Nadie mejor que los padres para saber qué es lo mejor para su hijo. Las bibliotecas están llenas de información, pero tus corazonadas nunca fallan.

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