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04 de agosto | 2023
¿Te gustaría ser un lector más hábil y comprensivo? Una comprensión lectora poco desarrollada puede crearte serias dificultades en el aprendizaje y, por tanto, limitar tu futuro desarrollo personal y profesional. No entender lo que lees puede ser muy frustrante y desmotivador, ya que te puede impedir aprovechar al máximo tus lecturas. Evita en todo momento quedarte rezagado y perder información importante.
Encuentra aquí 15 estrategias útiles para disfrutar una experiencia de lectura enriquecedora y fortalecer tu habilidad lectora. Así, descubre cómo aprovechar tus conocimientos previos de la materia y cómo aplicar técnicas efectivas para absorber mejor la información. La elección adecuada del espacio y los libros te mantendrán concentrado a la vez que amplías tu vocabulario de forma efectiva.
Disfruta así de mayor confianza y claridad en tus lecturas mejorando tu comprensión lectora.
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Según la UNESCO, más de la mitad de los niños y adolescentes del mundo no están aprendiendo, y en gran parte es por falta de comprensión lectora, incluso entre aquellos que saben leer. Si eres padre, maestro o simplemente quieres leer mejor, repasa estas herramientas:
1. Aprovecha los conocimientos previos
La falta de conocimiento de los temas sobre los que se estás leyendo es uno de los principales obstáculos para su comprensión. Asegúrate de manejar los términos e ideas clave antes de adentrarte en el texto, esto te permitirá hacer inferencias y conexiones. Si tienes estudiantes a tu cargo, realiza dinámicas sencillas como: ¿qué sabes sobre (el tema principal del libro)? y haz preguntas constantes sobre la lectura para evaluar la comprensión en cada página.
2. Amplía tu vocabulario
Mejorar la comprensión lectora implica entender lo que se lee. Es, por tanto, fundamental mejorar tu vocabulario. Si desconoces términos, las ideas se diluirán en tu mente sin entender lo escrito. Consejos: realiza exámenes de vocabulario en línea; usa tarjetas para nuevas palabras; incluye estas palabras en tus comunicaciones escritas y orales; lee con frecuencia; o crea una lista de palabras desconocidas para buscar su significado en el diccionario.
3. Encuentra un lugar adecuado
Leer en un entorno adecuado es importante, especialmente si te resulta fácil distraerte. Busca un espacio cómodo, bien iluminado y silencioso. Apaga o silencia tu móvil y asegúrate de tener suficiente tiempo para leer y asimilar la lectura.
4. Lee en voz alta
Leer en voz alta combina el aprendizaje escrito con el auditivo y el táctil-cinestésico, lo que refuerza la comprensión lectora. Además, es más fácil recordar lo que lees cuando lo dices en voz alta.
5. Haz predicciones
Antes de comenzar a leer, haz alguna predicción sobre el texto basada en tus conocimientos previos de temas similares. Aumentarás así tu motivación, pues buscarás, con una atenta lectura, confirmar tus expectativas sobre el texto.
6. Retrocede y vuelve a leer
Si te das cuenta de que no has comprendido algo que has leído anteriormente, retrocede y vuelve a leerlo. Explica a tus estudiantes lo importante que es, utilizando ejemplos que hayas experimentado tú mismo. Explícales que es, a menudo, necesario volver a leer para la total comprensión de la historia.
7. Elige libros adecuados
Asegúrate de seleccionar libros que estén al nivel del lector, ya sea para ti, tus hijos o tus estudiantes. Intentar leer libros demasiado avanzados o con vocabulario especializado puede dificultar la comprensión y hacer que pierdas interés en la lectura.
8. Identifica y resume las ideas principales
Después de leer, resume el texto para resaltar los puntos clave y absorber mejor la información. Separa los hechos de las opiniones, identifica las ideas principales y busca más información al respecto. Además, agrupa las palabras y frases más importantes y busca aquellas que no comprendas en el diccionario. Con la práctica, podrás hacerlo en tu mente casi automáticamente y mejorarás tu comprensión lectora.
9. Hazte preguntas sobre lo que estás leyendo
Hacerte preguntas sobre el libro que estás leyendo mejora tus habilidades de comprensión. Te permitirá enfocarte en él y, además, explorar temas del texto a los que, de otra forma, no prestarías atención. Un ejemplo puede ser: '¿por qué el libro se desarrolla en tal escenario?', '¿qué relación tienen esos personajes?', '¿qué temas se repiten en el libro?' Mientras más específicas sean tus preguntas, mejor será tu comprensión del libro.
10. Usa resaltadores o haz anotaciones
Para algunos, rayar un libro es un sacrilegio, pero lo cierto es que resaltar y hacer anotaciones de términos importantes, definiciones, hechos y frases puede ayudarte a comprender mejor la lectura. Si aún así te resistes, puedes usar notas como los post-it, que no le hará ningún daño a las hojas.
11. Las ideas secundarias también son importantes
Si bien es necesario ubicar las ideas principales, las secundarias también son importantes, pues te dan información extra sobre el tema principal y te muestran un ámbito mucho más complejo.
12. Visualiza
La información se recibe y comprende mejor en un soporte visual. Los lectores aprovechan ilustraciones y gráficas para crear imágenes mentales sobre lo que están leyendo. Si no existen ilustraciones, desarrolla tu imaginación y recrea lo que ocurre en las páginas en tu mente.
13. Hablemos
Hablar y discutir sobre el libro que estamos leyendo es un proceso interesante y efectivo para mejorar tu compresión lectora. Es una forma de procesar verbalmente lo que estás leyendo y ver otros puntos de vista, pues quizá se te pasó algún detalle por alto que otra persona recuerda. Si eres docente, genera discusiones grupales y haz preguntas antes, durante y después de leer.
14. Divide la lectura en porciones
Para quien no está acostumbrado a leer, tener un libro en las manos puede ser un reto. Imagínate si se trata de un texto gigantesco. No te lo tomes como una tortura. Divide el libro en pequeñas secciones (páginas, párrafos, capítulos) y ve poco a poco. Será así menos probable que abandones la lectura y tu comprensión será mucho mejor.
15. Ejercita tu cerebro
Si deseas interpretar bien un texto, necesitarás concentrarte. Para ello, mantén una mente sana y activa. Haz ejercicios antes de la lectura, por ejemplo, de manos. Intercambia el movimiento de tus manos usando únicamente tus dedos. Hazlo de 5 a 10 veces y así lograrás mejorar tu concentración. Cuida también tu postura cuando lees.