Índice de contenidos:
20 de enero | 2025
¿Se puede trabajar mientras se cobra la jubilación? Sí, es posible en determinadas condiciones. En España, las leyes permiten en ciertos casos compatibilizar la pensión con una actividad laboral mediante figuras como la jubilación activa o parcial. Sin embargo, estas opciones están sujetas a normativas específicas y no todos los jubilados pueden acogerse a ellas.
Aprende en este post cómo se regula esta práctica, los impactos en la pensión, las ventajas y los riesgos así como ejemplos concretos para entender mejor las opciones disponibles. Recuerda que antes de tomar una decisión, resulta crucial informarse bien sobre las condiciones legales y evaluar los impactos económicos y personales. En última instancia, trabajar tras la jubilación no es sólo una cuestión económica.
Descubre aquí cómo tomar una decisión informada sobre tu jubilación y empleo. Prolonga así tu desarrollo personal y manten tu estabilidad económica en esta importante etapa de tu vida.
Las normas para trabajar mientras se cobra una pensión dependen del tipo de jubilación y de la actividad laboral que se realice. A continuación, describimos las principales opciones:
Este esquema permite a los pensionistas compatibilizar el cobro de una pensión contributiva con el desempeño de una actividad laboral, ya sea por cuenta propia o ajena. Las condiciones son:
a) Tener la edad legal de jubilación (66 o 67 años, dependiendo de los años cotizados).
b) Haber accedido a la jubilación con el 100% de la base reguladora.
c) La pensión se reduce al 50% mientras se trabaja, salvo si se realiza una actividad por cuenta propia que genere ingresos inferiores al Salario Mínimo Interprofesional (SMI), en cuyo caso puede mantenerse la pensión íntegra.
Este modelo permite a los trabajadores mayores reducir su jornada laboral antes de la edad legal de jubilación, compatibilizando el trabajo con el cobro de una parte proporcional de la pensión. Suele acordarse mediante un contrato de relevo.
3) Pensión de jubilación y trabajo autónomo
Los jubilados que deseen trabajar como autónomos tienen las mismas opciones que en la jubilación activa, pero además, si generan ingresos por debajo del SMI, pueden mantener el 100% de su pensión.
4) Casos en los que no se puede trabajar
Quienes perciban pensiones no contributivas o se hayan jubilado anticipadamente no pueden compatibilizar el trabajo con el cobro de la pensión.
Trabajar mientras se cobra la jubilación tiene implicaciones importantes en la cantidad y las condiciones de la pensión. Es crucial tener en cuenta estas reglas para evitar problemas administrativos, devoluciones indebidas o sanciones. Estas son las principales repercusiones:
a) Reducción temporal del monto
En el caso de la jubilación activa, los jubilados solo reciben el 50% de su pensión contributiva mientras trabajan, salvo en las excepciones mencionadas.
b) Contribuciones adicionales
Los ingresos obtenidos durante el periodo laboral pueden no aumentar el importe de la pensión pero sí generan nuevas cotizaciones que pueden tener efectos en otras prestaciones, como las de viudedad o incapacidad.
c) Ingresos limitados
Para los autónomos que compatibilizan trabajo y pensión, los ingresos no pueden superar el SMI si desean mantener íntegra la pensión.
Aquí tienes 4 razones por las que trabajar después de jubilarte puede ser una decisión acertada:
1) Ingresos adicionales
Aunque la pensión se reduce al 50% en la jubilación activa, los ingresos del trabajo permiten mantener un nivel de vida más cómodo o financiar actividades como viajes, formación o proyectos personales.
2) Mantenimiento de la actividad profesional
Continuar trabajando permite seguir desarrollando habilidades, participar en la sociedad y mantenerse al día en el ámbito laboral.
3) Estímulo físico y mental
Numerosos estudios demuestran que mantenerse activo reduce el riesgo de padecer enfermedades asociadas al envejecimiento, como el Alzheimer, y, por tanto, mejora la calidad de vida.
4) Flexibilidad
Muchos jubilados aprovechan esta etapa para trabajar en lo que realmente les apasiona, como emprender un negocio, enseñar o dedicarse al arte.
A pesar de las ventajas, los jubilados también se enfrentan a ciertos riesgos, por lo que es muy recomendable planificar cuidadosamente y buscar asesoramiento antes de tomar decisiones. Así, se deben tener en cuenta estos 3 desafíos:
1) Impacto administrativo y legal
No cumplir con las condiciones establecidas, como superar el límite de ingresos permitido o no comunicar la actividad laboral, puede acarrear sanciones, incluyendo la devolución de las cantidades percibidas indebidamente.
2) Consecuencias en las prestaciones sociales
Los ingresos adicionales pueden afectar el acceso a otros beneficios sociales, como ayudas al alquiler o subsidios específicos.
3) Cargas físicas o emocionales
Aunque trabajar puede ser beneficioso, es importante evitar una sobrecarga que pueda afectar negativamente tu salud.
Para ilustrar mejor las posibilidades, veamos 3 casos reales que muestran distintas opciones de cómo los jubilados pueden encontrar un equilibrio entre trabajo y retiro:
1) Ricardo, de 68 años, carpintero jubilado
Ricardo decidió trabajar en un pequeño taller de carpintería a media jornada tras acceder a la jubilación activa. Cobra el 50% de su pensión y complementa sus ingresos con los proyectos que realiza, lo que le permite mantenerse activo y económicamente desahogado.
2) Luisa, de 66 años, abogada autónoma
Luisa continúa ofreciendo asesorías legales desde casa. Como sus ingresos anuales no superan el SMI, puede compatibilizar su trabajo con el cobro íntegro de la pensión.
3) Carmen, de 63 años, empleada de oficina
Carmen optó por la jubilación parcial mediante un contrato de relevo. Trabaja el 50% de su jornada hasta cumplir la edad legal de jubilación, recibiendo al mismo tiempo un porcentaje proporcional de su pensión.