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24 de octubre | 2024
La neurociencia estudia el funcionamiento del cerebro y ofrece herramientas valiosas para mejorar la productividad, especialmente en el teletrabajo. El rendimiento no sólo depende de gestionar el tiempo sino de entender cómo funciona nuestra mente, aplicando estrategias basadas en la neurociencia. Si entiendes cómo tu cerebro maneja la atención, el estrés o el aprendizaje, vas a poder aplicar técnicas efectivas para optimizar tu trabajo desde casa.
Encuentra en este post 11 consejos basados en la neurociencia que te ayudarán a ser más efectivo en tu teletrabajo. Las ventajas de trabajar en casa deben sopesarse con sus potenciales riesgos: la falta de concentración o el aislamiento social pueden afectar tu rendimiento y bienestar. Aplicar estrategias científicas, sin embargo, te permitirá mantener un equilibrio saludable entre trabajo y vida personal a la vez que aumentas tu eficiencia.
Descubre aquí cómo usar todo el potencial de tu cerebro para mejorar tu productividad en el teletrabajo.
El teletrabajo es ya parte de nuestras vidas y, si deseamos ser productivos en este entorno, necesitamos entender cómo funciona nuestra mente. La neuroplasticidad, o capacidad del cerebro para adaptarse al cambio y aprender, juega un papel clave en este proceso. Aprender sobre los distintos estados mentales y cómo gestionar nuestra atención puede ayudarnos a sacar el máximo provecho del teletrabajo.
De acuerdo a Maura Nevel Thomas, renombrada autora sobre el tema, el cerebro opera en 4 estados principales:
1) Reactivo y distraído: Es el estado en el que el cerebro está alerta ante estímulos externos y tiene dificultades para concentrarse.
2) Soñar despierto: El cerebro divaga y se desconecta de la tarea que estamos haciendo.
3) Enfocado y consciente: Es un estado de atención plena en el que somos conscientes de nuestras acciones y pensamientos.
4) Fluyendo: El estado de flujo es cuando estamos totalmente inmersos en una tarea, con concentración máxima y disfrute.
Según su investigación, la mayoría de las personas pasan gran parte del tiempo en modo distraído, lo que afecta su rendimiento. Por eso, es importante identificar las distracciones y controlarlas. Una buena forma de lograrlo es practicar técnicas de atención plena o mindfulness para entrenar al cerebro a estar más consciente.
1) Prioriza tus tareas
El cerebro sólo puede concentrarse en una cosa a la vez. Es crucial empezar por las tareas más importantes, aquellas que no pueden esperar. Además, resulta fundamental evitar el multitasking innecesario, ya que hacer varias cosas a la vez aumenta las distracciones y reduce la eficiencia.
2) Motivación y desarrollo profesional
El trabajo debe ser gratificante, no sólo en lo económico sino también en términos de crecimiento personal. La neurociencia señala que la motivación está relacionada con el sistema de recompensas del cerebro, que libera dopamina cuando alcanzamos metas. Mantén en mente el objetivo final para mantener alta tu motivación.
3) Duerme bien
El sueño es vital para que el cerebro funcione bien. Dormir entre 7 y 8 horas cada noche es esencial para estar concentrado y productivo durante el día.
4) Respira profundamente
Cuando el estrés te abruma, respirar hondo es una técnica simple pero efectiva. La respiración profunda conecta el sistema nervioso con el cerebro, lo que ayuda a reducir el estrés y mejorar la concentración en tus tareas laborales.
5) Haz ejercicio regularmente
El ejercicio no sólo mejora el bienestar físico sino también el mental. Está demostrado que el ejercicio regular promueve cambios en el cerebro que mejoran la función cognitiva y protegen contra el deterioro mental. Un mínimo de 30 minutos de caminata al día es suficiente para mantener el cerebro en buena forma.
6) Mantén tu espacio organizado
El desorden físico puede afectar la productividad. Un espacio de trabajo limpio y organizado facilita el enfoque. Organiza los documentos y mantén tu escritorio en orden para evitar distracciones y mejorar tu eficiencia mental.
7) Utiliza herramientas de neuromejora
Existen neurotecnologías (implantes cerebrales o aparatos que interconectan el cerebro con sistemas electrónicos) que pueden ayudar a mejorar habilidades como la atención, la memoria o la concentración. Estas herramientas también son útiles para gestionar problemas como la ansiedad, la depresión o el déficit de atención.
8) Alinea tu trabajo con los ritmos cerebrales
El cerebro no funciona igual a lo largo del día. Aprende a conocerte para optimizar tu productividad. La mayor capacidad de concentración suele estar entre las 10 de la mañana y las primeras horas de la tarde. Aprovecha este tiempo para realizar tareas que requieran más esfuerzo mental, como planificación de estrategias o análisis de datos. Por la tarde, cuando baja la energía mental, puedes dedicarte a tareas más rutinarias como reuniones o responder emails.
9) Fomenta tu conexión social
Uno de los retos del teletrabajo es la falta de interacción social. Mantener conexiones con amigos y seres queridos fuera del trabajo es crucial para la salud mental y el bienestar. Desconectar al final del día es necesario para recargar energías y ser más productivo.
10) Enfócate en el progreso, no sólo en los resultados
Centrarse en el progreso diario, más que en el resultado final, puede ser una fuente de motivación. Sentir que estamos avanzando en nuestras tareas le da al cerebro una sensación de satisfacción, lo que aumenta el compromiso y la productividad a largo plazo.
11) Cuida tu alimentación
Comer bien es clave para mantener la energía y el enfoque. Una dieta equilibrada rica en vitaminas y nutrientes no sólo mejora el rendimiento físico sino que también impacta en la salud mental y el estado de ánimo. Además, una mala alimentación aumenta el riesgo de caer enfermo, lo que puede interrumpir el trabajo y, por tanto, disminuir la productividad. Es una clave muy simple y efectiva. Trátate con amor.
