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10 de enero | 2023
Que tu hijo o alumna se muestre tímido a la hora de relacionarse con los demás niños, docentes o su entorno social puede ser algo normal pero también puede llegar a poner en peligro su aprendizaje o su desarrollo cognitivo o social. Por eso es muy importante prestar atención y reconocer las señales que deberían preocuparnos para poder actuar al respecto.
¿Cuándo deberíamos preocuparnos? ¿Cómo diferenciar qué es timidez y qué es introversión en los niños? Para ayudarte, te dejamos en este artículo 4 claves para identificar la timidez en la infancia y 5 recomendaciones que pueden ayudarte a que tu hija o alumna la supere: desde no obligarles a hacer nada que no deseen hasta evitar sobreprotegerlos.
Continúa leyendo el post y descubre, de forma sencilla, si los niños nacen o se hacen tímidos para ayudarles a desarrollar una relación normal con sus compañeros y el propio proceso de aprendizaje.
Se entiende como timidez a aquel malestar exteriorizado por una persona (niños en este caso) ante cualquier situación de interacción social. El temor se manifiesta ante la evaluación que pudieran hacer los demás de uno mismo o ante la incapacidad de gestionar un determinado comportamiento frente a los demás.
A ello se le suma el miedo a las situaciones desconocidas pero también al hecho de que las habilidades sociales como ciudadanos no están del todo desarrolladas. También se dice que la timidez forma parte de la personalidad de un individuo y se desencadena de acuerdo a la intensidad de una situación cualquiera.
Pero, ¿en qué momento debemos preocuparnos por el miedo extremo que pueda experimentar un niño?
Cuando el problema afecta severamente el desarrollo social, es momento de poner manos a la obra. Las consecuencias de este malestar podrían reforzarla con tal intensidad que salir de ella se convertirá en un trabajo cuesta arriba.
Por eso, cuando los peques comienzan a expresar problemas graves de socialización, cuando el rendimiento académico disminuye considerablemente a causa de la timidez o cuando el estado de ánimo afecta su comportamiento, hay que poner en práctica estrategias para evitar consecuencias mayores.
¿Sabes cómo identificar la timidez en un niño? Es bastante fácil si prestas atención a los siguientes síntomas:
- Conducta interactiva escasa: Queda en evidencia con la escasa interacción del peque en el aula pero también en las pocas veces que entabla conversaciones con otros niños o adultos. También los verás distantes y sin demostrar ningún tipo de iniciativa para la ejecución de cualquier actividad.
- Expresiones constantes de miedo o ansiedad: Por lo general, este tipo de manifestaciones se llevan a cabo al momento de emitir una opinión pero también cuando es el momento de efectuar alguna acción ante otras personas, sobre todo sin son desconocidas.
- Problemas de autoestima: En este caso, los problemas de inferioridad quedan explícitamente reflejados en el niño; además, de la incapacidad de defenderse ante los demás.
- Síntomas psicosomáticos: Se evidencia en mareos, dolores de barriga constantes y dolores de cabeza. Generalmente, se manifiestan cuando el pequeño desea evitar aquellas situaciones que lo exponen ante los demás.
No obstante, es esencial saber diferenciar timidez de introversión. El segundo caso no es tan grave como se piensa y se puede ver en personas con las siguientes características:
- Mantenerse en completo silencio y mostrarse completamente tímidos ante situaciones nuevos o ante desconocidos.
- Interactúan, aunque con pocas personas.
- Poca interacción en grupos con muchas personas aunque se desenvuelven bastante bien en grupos más pequeños.
- Les desagrada estar en el ojo de todos.
El Hospital Materno Infantil Sant Joan de Déu en Barcelona ha publicado en su artículo “Consejos para vencer la timidez durante la infancia” algunos tips para ayudar a los niños a vencer el miedo excesivo. Estos son:
1. No le fuerzas a nada que no desee hacer
Por lo general, los papás tratan de incitar (u obligar) a sus hijos a ser un poco más abiertos con las demás personas. ¡Grave error! Lo mejor que se puede hacer cuando el peque sufre de timidez es no forzarlo a hacer ciertos actos que no desea ya que conseguirá el efecto contrario.
2. No sobreprotejas al niño
Cada vez que un niño es incapaz de salir de ciertas situaciones, los papás sobreprotectores acuden a su auxilio como si fueran superhéroes. La mayoría de las veces, toman la palabra por ellos, haciéndoles más daño de lo que piensan. Pero no es todo ya que también son capaces de evitar aquellas situaciones que generan incomodidad. Esto lo que hace es aislarlo mucho más de la sociedad.
3. Aprovecha cada oportunidad que le ayude a relacionarse
Cualquier oportunidad para que tu hijo tímido se relacione debe ser aprovechada al máximo. Sal con ellos a socializar con otras familias o invita a un amiguito a quedarse un día en casa. Inscribirlos en algún deporte o salir a diario a dar un paseo al aire libre son alternativas que no debes dejar pasar. Todas ellas le ayudarán a poner en práctica sus habilidades para socializar, mejorando su comportamiento con el paso del tiempo.
4. Aprenderán de sus padres sociables
Si un niño ve que sus progenitores son socialmente activos, que participan en todas las actividades y que no se cohíben al momento de entablar una conversación, los peques aprenderán de ellos y pondrán en práctica estas habilidades. De esta forma, hablarán y actuarán sin miedo y con mucha naturalidad.
5. Reconoce las cosas buenas que hacen
Cuando el niño es temeroso, cualquier acción desinhibida representa un esfuerzo mayúsculo. Por lo mismo, es necesario que los adultos reconozcan lo que está haciendo el menor para superar su ansiedad. Al ser reconocido por sus padres o por personas de autoridad, serán capaces de confiar mucho más en ellos mismos, por lo que la próxima vez estarán más seguros de hacer o decir cualquier cosa ante la presencia de otros.
Muchas veces nos hemos preguntado si los niños tímidos nacen o se hacen. Un artículo del diario El País, titulado “¿Qué hay tras la timidez de tu hijo?” asegura que la timidez deriva de una combinación de ambos factores.
El reportaje explica que aquellos peques con un temperamento innato que se caracteriza por ser más introvertido son más propensos a la timidez. Estos niños son capaces de activar el sistema neurológico de manera más activa e intensa ante cualquier estímulo del medio ambiente.
Esto quiere decir que quienes nacen con esta tendencia son más susceptibles a la cantidad de información de su entorno. Por supuesto que se refleja con un nivel de estrés y bloqueo de sus emociones.
Pero una vez que aplican algunas efectivas técnicas para dejar de lado la timidez excesiva, estos niños empiezan a relacionarse con los demás y con su entorno. La organización sin ánimos de lucro Healthy Children, en su más reciente artículo “La timidez en los niños” asegura que estas personas por lo general superan esta etapa crítica de su vida, por lo que serán mucho más plenos y felices.
Es que aunque sigan experimentando sensaciones que los haga reprimirse, podrán socializar con mayor facilidad. Por tal motivo, sus padres también se sentirán más seguros y confiados.