Índice de contenidos:
16 de mayo | 2025
¿Tienes pronto una entrevista de trabajo y no sabes bien por dónde te pueden salir los tiros? Tranquilo, no eres el único. La entrevista laboral es una oportunidad esencial para conseguir un empleo pero también es un momento en el que se pueden cometer errores importantes. Estas citas pueden ponernos nerviosos, hacernos sudar e incluso decir cosas que jamás diríamos en condiciones normales. Con un poco de preparación, puedes evitar los fallos más comunes que suelen fastidiar este gran momento.
Encuentra en este post las 7 cosas más habituales que pueden ir mal durante esta importante cita y cómo evitarlas. Recuerda que una mala preparación te podría costar el puesto, por muy buen curriculum vitae (CV) que tengas. Llegar tarde, no saber qué responder o parecer poco interesado son detalles que los reclutadores no perdonan. Y lo peor es que muchas veces ni te das cuenta de que estás cometiendo uno de esos errores.
Descubre aquí los fallos más comunes y asegúrate así de hacer una entrevista que deje huella... de las buenas. ¡A por todas, el empleo es tuyo!
Qué pasa: llegar tarde transmite desorganización y falta de respeto por el tiempo del entrevistador. Llegar demasiado pronto también puede ser incómodo, sobre todo si el entrevistador aún no está preparado.
Ejemplo real: una candidata llegó 25 minutos antes y se sentó en recepción. El entrevistador se sintió presionado y tuvo que adelantar todo su plan.
Cómo evitarlo: calcula bien el tiempo de desplazamiento, deja margen para imprevistos y trata de llegar unos 5-10 minutos antes. Ni más ni menos.
Qué hacer si te pasa: si vas a llegar tarde, avisa en seguida. Y al llegar, pide disculpas brevemente, sin excusas largas.
Qué pasa: la ropa que vistes habla antes que tú. Si vas demasiado informal, puede parecer que no te tomas en serio la oportunidad. Si vas demasiado formal, puedes parecer fuera de lugar.
Ejemplo real: un candidato fue con camiseta de fútbol a una entrevista en una consultora. No duró ni 5 minutos.
Cómo evitarlo: investiga el tipo de empresa. Si es muy formal, ve con ropa de oficina. Si es más relajada, un estilo casual-profesional encaja perfectamente.
Qué hacer si te pasa: mantén una actitud profesional y trata de destacar por tu preparación. No hagas chistes sobre tu ropa.
Qué pasa: si no sabes a qué se dedica la empresa o a qué puesto estás postulando, vas a quedar fatal. Parecerá que estás ahí sólo por estar.
Ejemplo real: un aspirante a una startup tecnológica dijo que le encantaban los 'productos orgánicos' de la empresa. No tenían ninguno.
Cómo evitarlo: lee su web, sus redes, y si puedes, busca noticias o entrevistas. Ten muy claro a qué se dedican y cuál es su cultura organizacional.
Qué hacer si te pasa: si te pillan en blanco, sé honesto pero breve: "No investigué lo suficiente pero me encantaría aprender más". Y redirígelo hacia tu interés real.
Qué pasa: aunque tengas tus razones, hablar mal de jefes o empresas anteriores hace que parezcas alguien conflictivo o poco profesional.
Ejemplo real: un candidato calificó de 'tóxica' a su antigua jefa durante la entrevista. El entrevistador pensó: "¿Dirá lo mismo de mí si no lo contratamos?".
Cómo evitarlo: si te preguntan por experiencias negativas, enfócate en lo que aprendiste o en lo que buscas ahora, sin criticar a nadie.
Qué hacer si te pasa: si se te escapó una crítica, trata de suavizarla: "Quizás no lo expresé bien. Aprendí mucho en esa etapa, aunque fue un entorno complicado".
Qué pasa: hay preguntas que siempre caen en una entrevista de trabajo: "Háblame de ti", "¿Por qué quieres este puesto?", "¿Dónde te ves en 5 años?". Si no tines una respuesta clara, estás mostrando una evidente falta de preparación.
Ejemplo real: a un candidato le preguntaron por qué quería ese trabajo. Respondió: "No sé, porque estoy buscando trabajo". Fin de la entrevista.
Cómo evitarlo: prepárate respuestas breves, naturales y coherentes con tu perfil. No memorices, pero ten claro lo que vas a decir.
Qué hacer si te pasa: si te quedas en blanco, respira, sonríe y di: "Buena pregunta, déjame pensar un segundo". Y luego, improvisa con honestidad.
Qué pasa: cuando te preguntan "¿Tienes alguna duda?" y respondes "No", parece que no te interesa de verdad el puesto al que postulas.
Ejemplo real: un candidato no hizo ninguna pregunta. El entrevistador pensó que no tenía iniciativa.
Cómo evitarlo: lleva preparadas 2 o 3 preguntas: sobre el equipo, los retos del puesto, cómo es un día típico en el trabajo, etc.
Qué hacer si te pasa: si ya dijiste que no tenías preguntas, puedes cerrar diciendo algo como: "Ahora mismo no, pero me ha encantado lo que he sabido del puesto". Al menos dejas un buen sabor de boca.
Qué pasa: si te muestras desmotivado, no te van a contratar. Pero si vas de sobrado, tampoco.
Ejemplo real: una candidata dijo: "No necesito este trabajo pero podría venirles bien alguien como yo". Spoiler: no la llamaron.
Cómo evitarlo: muestra interés real por el puesto pero con humildad. Explica qué te atrae de la empresa y qué cosas puedes aportar.
Qué hacer si te pasa: si notaste que te pasaste de confiado o que pareciste un poco frío, puedes corregir: "Quizás no lo expresé bien. Estoy realmente entusiasmado por la oportunidad".