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15 de mayo | 2025
La serie de televisión 'Adolescencia' (2025), dirigida por Philip Barantini, no sólo entretiene sino que también abre los ojos. Al invitarnos a mirar la etapa adolescente con más empatía y menos prejuicios, desde casa o el aula, nos ayuda a evitar sus principales riesgos: distancia emocional, conflictos constantes o problemas de salud mental. Lo que hace especial a la serie no es sólo su realismo sino lo bien que retrata los diferentes papeles del complejo universo adolescente.
Analizamos en este post que pueden sacar tanto padres como profesores del análisis de los miedos, dudas o deseos de los adolescentes de hoy que tan bien refleja esta serie británica. Las situaciones que desarrolla han sido comentadas en redes sociales, blogs e incluso en charlas educativas porque, aunque se trata de una obra de ficción, podrían estar pasando en una casa o instituto de cualquier parte del mundo.
Descubre aquí cómo 'Adolescencia' puede fomentar vínculos más fuertes que mejoren la convivencia y transformen nuestra forma de educar.
La adolescencia es una etapa complicada: no se es ni niño ni adulto y todo se siente de forma mucho más intensa. Lo interesante de esta serie, de 4 episodios, es que no hay buenos ni malos absolutos. Cada personaje actúa desde su propia historia, lo que permite al espectador empatizar incluso con aquellos que cometen errores. La historia muestra cómo los protagonistas se enfrentan a retos de todo tipo:
a) Identidad: algunos personajes exploran su orientación sexual o su género. Otros luchan con cómo quieren ser vistos a los ojos de los demás.
b) Redes sociales: el impacto de Instagram, TikTok y los mensajes virales en esta etapa es enorme. La serie muestra cómo una sola publicación puede cambiar la vida de un adolescente.
c) Salud mental: ansiedad, depresión, autolesiones... Todo esto se trata con respeto, pero sin edulcorarlo.
d) Presión social: el miedo a no encajar, la influencia de los amigos o la necesidad de pertenecer son algunos de los temas que se tocan en la serie.
e) Relaciones familiares: padres ausentes, madres sobreprotectoras, discusiones que no llevan a nada. También hay ejemplos de vínculos sanos que ayudan a los adolescentes a crecer pero que tampoco aseguran un sano desarrollo.
Los padres que aparecen en la serie están lejos de ser perfectos. Y eso está bien porque en la vida real tampoco lo somos. La lección central para los padres es que no se trata de tener todas las respuestas sino de estar disponibles y presentes, incluso cuando sus hijos parezcan rechazarlos. Sin embargo, la serie deja mensajes importantes:
a) Escuchar de verdad: muchos conflictos se agravan porque los adultos interrumpen, prejuzgan o minimizan lo que sienten sus hijos. A veces, los menores sólo necesitan que se les escuche sin sermones.
b) Aceptar que no lo controlamos todo: Por más que queramos proteger, no podemos evitar que nuestros hijos se equivoquen. Lo importante es estar ahí cuando eso suceda.
c) Hablar de temas difíciles: drogas, sexo, redes sociales, salud mental... Callarse no ayuda. La serie muestra cómo hablar (aunque sea con torpeza) puede acercarnos mucho más que el silencio.
d) Pedir ayuda cuando hace falta: algunos personajes adultos buscan apoyo profesional y eso se muestra como un acto de amor, no de debilidad.
La serie también retrata muy bien el mundo escolar, con profesores que van desde los muy comprometidos hasta aquellos que sienten quemados o desbordados. Los profesores no son salvadores ni enemigos. Son adultos que, si reciben formación, apoyo y espacio para conectar, pueden ser referentes muy potentes. Estos son algunos de los principales aprendizajes que los profesores pueden sacar de la serie:
a) La importancia de la empatía: un profesor que nota que algo le pasa a un alumno y se toma el tiempo de preguntarle, puede cambiarle el día (o la vida).
b) Límites claros pero humanos: la autoridad no está reñida con la cercanía. La serie muestra cómo establecer normas sin humillar.
c) Colaboración con las familias: algunos problemas no se resuelven en el aula. Cuando padres y docentes trabajan juntos, se pueden lograr cosas enormes.
d) Cuidar también la salud mental del docente: hay profesores que sobrellevan problemas personales sin ningún apoyo. La serie pone el foco en la necesidad de cuidar también a quienes cuidan.
La serie 'Adolescencia' muestra que una historia bien contada puede hacer más por la educación emocional que muchas charlas. ¿Por qué?
a) Conecta emocionalmente: ver a un personaje sufrir o cambiar genera más empatía que leer un manual.
b) Abre el debate: padres e hijos pueden ver un episodio juntos y luego hablar de lo que vieron, sin sentirse atacados.
c) Normaliza conversaciones: hablar de ansiedad, sexualidad o violencia deja de ser tabú cuando lo vemos representado con respeto.
d) Motiva el cambio: a veces, ver un error en un personaje hace que uno se cuestione su propia forma de actuar.
Muchos centros educativos ya están usando fragmentos de la serie para despertar el diálogo y la sana discusión. Y en casa, puede funcionar igual de bien.
Como toda serie valiente, 'Adolescencia' también ha generado polémica. Algunos sectores conservadores han criticado que se hable abiertamente de temas como la identidad de género o el consumo de sustancias. Otros acusan a la serie de mostrar una imagen demasiado cruda del sistema educativo. Sin embargo, la mayoría de las críticas positivas coinciden en lo mismo: la serie es real, honesta y necesaria.
Muchos jóvenes han afirmado que se sienten representados. Los padres admiten que les ha ayudado a entender mejor a sus hijos. Y los docentes han encontrado en ella una forma de reflexionar sobre su propia práctica.
La serie 'Adolescencia' no ofrece soluciones mágicas. Pero sí abre una puerta: la del diálogo, la comprensión y el acompañamiento. Nos recuerda que crecer es difícil, y que acompañar ese crecimiento también lo es. Tanto padres como docentes tienen un papel fundamental. No necesitan ser perfectos, sólo estar disponibles, atentos y dispuestos a aprender también ellos. Porque en el fondo, todos estamos aprendiendo.
Si aún no has visto la serie, dale una oportunidad. Y si ya la viste, vuelve a pensar en esas escenas que te hicieron reflexionar. Puede que ahí esté la clave para mejorar el vínculo con ese adolescente que tienes cerca.