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19 de diciembre | 2022
Mirar al futuro, tras establecer cuidadosamente las bases, es una necesidad de toda empresa. Los objetivos de crecimiento en un determinado sector o departamento a menudo vienen marcados desde arriba, y a ti te puede tocar el desarrollo de esa idea en un proyecto de trabajo viable y documentado. La iniciativa también puede partir del empleado y eso muestra una implicación que no pasará desapercibida en la empresa.
Debes cuidar tanto los contenidos como la presentación del proyecto. En este artículo hemos destilado lo fundamental en 5 recomendaciones de cómo presentar un proyecto: desde el plan de trabajo hasta la misma interacción con tus compañeros. Además, te especificamos los datos que debe contener toda propuesta laboral.
Quizás esas ideas que llevas meditando sobre cómo mejorar el funcionamiento de tu empresa pueden acelerar tu carrera profesional de acuerdo a tus capacidades. Si es así, sigue leyendo.
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Es cierto, el objetivo principal para ti es lograr tu crecimiento profesional dentro de la organización. Por eso es de vital importancia que cuando le hagas una propuesta a tu jefe le hagas entender cuáles serían las ventajas que traería a la empresa. Sí, la idea es que enamores a tus superiores de la iniciativa que emprendes.
Debes tener presente que ellos buscan solucionar un determinado problema. No importa el sector en el que te desenvuelvas, recurre a la creación, la creatividad y la innovación. Demuéstrale como harás resaltar su marca si se pone en marcha el proyecto que planteas.
La originalidad debe ser tu herramienta. En otras palabras, procura no hacer una segunda versión de otro proyecto y mucho menos crear la contraparte de algo. No caigas en la competencia o el ataque a otro compañero, se puede percibir como que no tienes tus propias iniciativas.
Un ejemplo exitoso es el Programa Trabajar, que en su contenido muestra bien diferenciadas las etapas para presentar una proposición de relevancia.
Ahora bien, no sólo puedes dar una premisa de lo que persigues. Es necesario que ésta venga acompañada de un plan con todos los trabajos, tareas y objetivos a seguir. La planificación es primordial para demostrar seriedad y compromiso ante tus superiores. Ten presente que los plazos de tiempo entre cada fase deben ser realistas.
Es necesario puntualizar los objetivos del proyecto, debes delimitar los alcances y los criterios bajo los que determinarás el éxito del mismo. Con un calendario, señala las fechas de inicio y entrega, de cada paso que se adelante. En paralelo, identifica los recursos a utilizar; es decir: presupuesto, personal, etc.
Al conocer las ventajas y las desventajas de tu planteamiento, podrás hacer los ajustes requeridos en tu estrategia. De igual modo, podrás adaptarlo a las exigencias del público cautivo, y por qué no, de tus superiores. Lo importante es que todo esté bien argumentado, por supuesto resaltando los beneficios.
Apóyate en cifras, datos o investigaciones anteriores ya que esto le dará antecedentes de viabilidad a tu trabajo. Ajústate a las exigencias de los líderes de la empresa y en cómo les gusta recibir esa información. Sobre todo, en los casos en que debes someterte a la aprobación de un junta directiva, de accionistas o gerentes.
Concéntrate en aquellos detalles que aseguran la realización de lo que propones, así contarás con la solidez que buscas y el menor margen de error. Preferiblemente, debe involucrar una inversión financiera menor comparada con los resultados que se obtendrían.
Es imprescindible que las técnicas de recolección se definan como fuentes primarias o secundarias, solo así se podrían detallar todos los requerimientos. Por otra parte, precisa quien será la población a beneficiar o estudiar y cómo sería su selección.
Los compañeros de trabajo cumplen un papel fundamental para el logro de las metas corporativas, por eso hay que involucrarlos. Es vital crear alianzas con otros profesionales como tú para ampliar tu perspectiva con otras visiones que se complementen.
Organízate para gestionar las actividades relacionadas a lo que se está planificando. Cada una de estas personas debe tener funciones y responsabilidades propias. Dentro del equipo debe trazarse un sistema tanto para la toma de decisiones como para la supervisión.
Por otro lado, incluye e identifica los puntos de vista de los clientes o usuarios finales. También se debe tomar en cuenta a los grupos interesados en que se lleve a cabo el proyecto hasta su momento final.
Una exposición puntual, acompañada de una presentación de impacto será el “broche de oro” para elevar tu propuesta. Recuerda utilizar un lenguaje adecuado, utiliza las palabras correctas, usa el tono de voz oportuno y exprésate naturalmente. No olvides resaltar las prioridades de la empresa y cómo lo que dices la hará mejorar.
Enmarca todas tus afirmaciones como una oportunidad, imprímele pasión a lo que expreses para provocar que todos se involucren. Este es el paso final, para convencer a la audiencia. Prepárate para todas las preguntas que puedan formularte, de tus respuestas dependerá si tus esfuerzos valieron la pena.
El diseño debe ser ordenado, limpio y preferiblemente minimalista. Las diapositivas deben ser dinámicas, sin faltas de ortografía y de fácil lectura. Puntualiza quién será tu audiencia, esto te ayudará mucho con el estilo, así vas enfocarte en los intereses de las personas.
Puedes consultar la publicación cómo hacer una buena presentación del Repositorio Institucional de la Universidad Tecnológica de Panamá. Allí encontrarás un vídeo tutorial y consejos para hacer las mejores presentaciones.
Si vas a enviar la propuesta por escrito, asegúrate de que el documento no supere las tres páginas. De este modo, permitirá que quienes la reciban puedan entender en con una lectura rápida lo que estás planteando. Los datos que se deben resaltar en esta comunicación son los siguientes:
• Título: Colócale un nombre a tu proyecto. Éste será provisional porque seguramente va a cambiar mientras desarrollas la idea.
• Descripción del problema: sin extenderte, cuenta cuál es el problema que se resolverá. Entiéndase que dicha contrariedad puede guardar relación con cualquier tema.
• Justificación: Menciona los posibles antecedentes que respalden tu proposición. Es decir, hechos, investigaciones, conflictos o experiencias anteriores a la tuya y que te aporten.
• Objetivos: ¿Qué persigues? ¿Qué quiere lograr? ¿Qué beneficios traerá? Siempre hay uno principal y otros específicos.
• Propuesta: Concretamente, qué es lo que quieres hacer para solventar el problema que se está presentando.
• Recursos: Qué necesitas, personas, materiales, equipos tecnológicos, financieros o institucionales.
• Tiempo: Cuánto tardarás en lograr los objetivos que acordaste. Es mejor que sea un plazo no muy extenso para mayor factibilidad. No obstante, cada objetivo se consolidará en un momento distinto.