¿Sufres de un entorno improductivo en tu trabajo?

23 de noviembre | 2022

Introducción

No hay nada peor que un mal ambiente, un entorno tóxico e improductivo en el trabajo. Si un trabajador o varios se encuentran desmotivados, difícilmente se pueden cumplir los objetivos marcados por la empresa. Las causas de este entorno improductivo pueden ser variadas, desde el espacio físico, los incentivos laborales o la política de la organización.

Descubre aquí si sufres de un entorno laboral malsano y qué tipos de trabajadores (frustrados, desmotivados o cansados) lo causan. Sólo reconociéndolo podrás ponerle soluciones. Las consecuencias de la improductividad laboral son numerosas y en este post te las detallamos de manera clara y sencilla.

Por último, aprende cómo crear un entorno productivo, como trabajador o empresario, atacando sus causas primeras. Recuerda que un mal entorno laboral tiene consecuencias inmediatos en tu salud, no sólo física sino también mental.

Índice de contenidos:

  1. ¿Cuándo existe un entorno laboral improductivo?
  2. Trabajadores que conforman el ambiente improductivo
  3. Consecuencias de la improductividad laboral
  4. Cómo crear un entorno productivo
 

¿Cuándo existe un entorno laboral improductivo?

Son varias las razones por las cuales un entorno laboral se vuelve improductivo, pero todas conllevan a un mismo punto: un trabajador desmotivado, que no siente compromiso y vive su jornada en total monotonía, sin aportar el más mínimo valor al trabajo.

Las causas son claras. Puede existir una falta de cumplimiento hacia lo que por ley le corresponde como retribución económica, automatización de todos los procesos dejando al trabajador a un lado, una sobrecarga laboral, una gestión errónea en la empresa, falta de formación continua, frustración en torno a la tarea desempeñada, sueños de vida en discordancia con lo que se hace o aspiración a otro cargo.

La Teoría del Factor Dual planteada por el reconocido psicólogo Frederick Herzberg sostiene que existen aspectos externos e internos causantes de la insatisfacción en el trabajo:

Factores de higiene

Los que no puedes modificar como empleado porque no dependen de ti sino de la empresa, tales como el espacio físico donde trabajas, el salario, incentivos laborales, la estabilidad laboral, las políticas organizacionales, el puesto desempeñado, la vigilancia o supervisión que se le hace al trabajador. 

Aunque la teoría admite que estos aspectos tienen la capacidad para crear una desmotivación automática, lo que al final genera un entorno improductivo, su mejoría no sería tan determinante como para producir en la persona una satisfacción genuina. 

Factores de motivación

Dependen de ti como trabajador, de la forma como asumes tus roles y estás dispuesto a actuar o crecer en la institución, de manera que esto será clave para sentirte motivado cada día. 

Por ejemplo, la percepción sobre tu crecimiento en la empresa, la autorrealización, el reconocimiento que se manifiesta sobre el trabajo que desempeñas, la sensación de formar parte del equipo, el nivel de responsabilidad, la integración, el sentirte seguro para poner en práctica tu creatividad y así aportar soluciones.

 

Trabajadores que conforman el ambiente improductivo

La doctora en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid y consultora de recursos humanos, Inmaculada Cerejido, plantea en su libro Desmotivados = improductivos cuatro tipos de profesionales que se pueden observar en un ambiente laboral improductivo: 

1. Los que están insatisfechos porque su labor no ha sido reconocida o porque tenían expectativas muy diferentes. La Dra. Cerejido recomienda que para evitarlo el trabajador debe manifestar claramente lo que espera, bien sea un reconocimiento, premio, incentivo salarial, flexibilidad, un ascenso. 

2. Los frustrados, que por lo general tienen mucha energía, ideas, ambición y capacidad para enfrentar retos o desarrollar tareas/cargos; pero que al no ofrecerles los espacios para ejercer, los proyectos o las herramientas, terminan en sentimiento de frustración.

3. Los que están cansados, puede ser por una sobrecarga laboral o por la fusión de muchas tareas entre el trabajo con la vida personal. Cuando esto ocurre la única solución es el descanso, tomarse tiempo libre para reorganizarse o que realmente se respeten los límites laborales estipulados por ley.

4. Los que se sienten desmotivados, que ya no aportan nada a la empresa y ni siquiera tienen una perspectiva respecto a la función que cumplen; ya sea por las condiciones en las que trabajan, porque están en la última etapa tras pasar por los tres tipos anteriores o porque tienen otro enfoque.

 

Consecuencias de la improductividad laboral

La consecuencia inmediata de la improductividad laboral es la desvalorización de la empresa, a nivel de imagen y en el aspecto económico. En el área de recursos humanos la situación es aún más grave, pues una persona podría desarrollar problemas emocionales o físicos. 

Coarta la creatividad: Si sufres de un entorno improductivo tu creatividad será bastante limitada y en algunos casos nula, pues no tienes la motivación de aportar nuevas ideas ni la aspiración de optimizar tu labor.

Confusión en el enfoque laboral: El estrés, el rechazo o una guía errónea en el trabajo puede hacer que te desconcentres y pierdas el enfoque, que son los objetivos pequeños que debes cumplir a diario o la meta más grande, que es la razón empresarial.

Sentimientos constantes de rechazo hacia la empresa: Cuando no te sientes motivado puedes entrar en un estado de rechazo total hacia tus jefes, las funciones que debes realizar, los procedimientos, el sistema en general. Este malestar solo causa altercados, que no cumplas tu deber, que pospongas tareas imprescindibles, que seas la manzana de la discordia.

Falta de energía: La consecuencia contraria al punto anterior es la carencia de energía física y mental, desear quedarte en un letargo, estar inmerso en una monotonía sin el mínimo interés de cambiar para mejorar, un desinterés hacia lo que se te pide hacer. Este agotamiento puede proyectarse en la salud.

 

Cómo crear un entorno productivo

Veamos tres aspectos que puedes cambiar para mejorar la productividad en tu trabajo:

Asume tus responsabilidades: El cumplir con tus funciones es el objetivo más claro por el cual debes trabajar. Llega a tiempo, supervisa lo que tengas que supervisar, no postergues lo importante, enfócate en el trabajo y no te distraigas, expresa las necesidades que tengas, comunícate con tus jefes o compañeros, cumple los plazos, respeta las normativas. Recuerda que aquellos que tienen una conducta en el marco de la ley son a quienes se les da crédito para reclamar.

Participa: El involucrarse activamente por iniciativa propia te permitirá participar en nuevos proyectos, darte a conocer, mostrar tus competencias y creatividad. Podrás salir así de la monotonía y la frustración, o al menos hacer ver a tu jefe de qué eres capaz.

Trázate metas: Ya sea metas a corto o largo plazo, pequeñas o ambiciosas, tener un enfoque y, a ser posible, que animes a tus compañeros a trabajar en equipo. Sé el ejemplo en tu trabajo. Por supuesto, estas deben ser realistas e ir acorde con los recursos. 

Ahora veamos dos aspectos que la empresa debe modificar para lograr mayor rendimiento:

Redefine las horas extras y el exceso de trabajo: Está claro que trabajar muchas horas extras puede generar cansancio físico o mental en el trabajador, accidentes laborales, entre otras consecuencias. Por ello es importante que como jefe te plantees francamente qué es lo verdaderamente urgente, lo importante y lo que se puede dejar para después.

La ley es clara respecto a los límites en la ampliación de jornadas laborales y de trabajo en general, esto lo puedes verificar en el Boletín Oficial del Estado, el cual recoge lo planteado por el Estatuto de los Trabajadores sobre las horas extraordinarias, descansos y aquello relacionado con los convenios colectivos

Proporciona formación continua para que tus empleados estén actualizados con los aspectos inherentes a sus cargos, o para que amplíen sus conocimientos en otras áreas relacionadas. La formación no solo suma en productividad sino en sentido de excelencia, pues aumentarán su potencial; por lo tanto es una inversión. 

España cuenta con un Sistema de Formación Profesional para el Empleo en el ámbito laboral que contribuye a crear profesionales competentes, dotados de los conocimientos imprescindibles en su área, claros en su valor como fuerza laboral que impulsa al país. De manera que como empresario puedes usar esta facilidad que brinda el Estado.

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